Homicidas de Leda se habrían comunicado por la radio de remises
Tras la licencia del juez, ya estarían listos los análisis de sangre y pericias a celulares de Leda y de la “mae”.
Mario Rojas y Guillermo “Turco” Pereyra habrían mantenido fluido contacto semiprivado por las radios de sus respectivos remises, 77 y 99, durante casi dos horas en que fue secuestrada y asesinada la docente Leda Fabiana Raimundi.
Así lo habrían sugerido en las últimas horas el encargado y operadores de la empresa de remises, en cuyos móviles habría sido trasladada la víctima la noche del 14 y madrugada del 15 de junio pasado.
Los testimonios de los empleados -en el Juzgado de La Banda- representaron la noticia más importante, antes de la licencia que se tomarán el juez Ramón Gómez y la fiscal Norma Morán, deduciéndose que habrá escasa actividad en la investigación.
Trascendió que los remiseros trabajan con cuatro frecuencias abiertas. Sin embargo, sólo una suele ser escuchada por los remiseros, operadores y pasajeros. De acuerdo con la causa, semiinconsciente o quizás ya muerta, Leda habría sido conducida primero en el móvil 77 (Rojas) y luego en el 99 (Pereyra).
Hubo cerca de 40 minutos en que Pereyra habría quedado esperando en el barrio Mishqui Mayu, tiempo que Rojas se cree condujo a Leda en su unidad.
Hay una teoría sobre un segundo viaje, pero sin que haya ido Gabriel Brandán.
Ésta sostendría que Pereyra regresó a Robles y ascendió a su coche el cuerpo de la maestra para ser mutilado. Por ello, la policía habría descubierto en él abundante sangre.
Otro aspecto muy gris de la investigación se refiere a los horarios en que ambos conductores (detenidos) no se habrían comunicado con la base.
Cerca de las doce, los cinco sospechosos compartió una picada en el bar de una estación de servicios de Hipólito Yrigoyen. Rojas habría sido visto, como a las 3, lavando su coche.
Así lo habrían sugerido en las últimas horas el encargado y operadores de la empresa de remises, en cuyos móviles habría sido trasladada la víctima la noche del 14 y madrugada del 15 de junio pasado.
Los testimonios de los empleados -en el Juzgado de La Banda- representaron la noticia más importante, antes de la licencia que se tomarán el juez Ramón Gómez y la fiscal Norma Morán, deduciéndose que habrá escasa actividad en la investigación.
Trascendió que los remiseros trabajan con cuatro frecuencias abiertas. Sin embargo, sólo una suele ser escuchada por los remiseros, operadores y pasajeros. De acuerdo con la causa, semiinconsciente o quizás ya muerta, Leda habría sido conducida primero en el móvil 77 (Rojas) y luego en el 99 (Pereyra).
Hubo cerca de 40 minutos en que Pereyra habría quedado esperando en el barrio Mishqui Mayu, tiempo que Rojas se cree condujo a Leda en su unidad.
Hay una teoría sobre un segundo viaje, pero sin que haya ido Gabriel Brandán.
Ésta sostendría que Pereyra regresó a Robles y ascendió a su coche el cuerpo de la maestra para ser mutilado. Por ello, la policía habría descubierto en él abundante sangre.
Otro aspecto muy gris de la investigación se refiere a los horarios en que ambos conductores (detenidos) no se habrían comunicado con la base.
Cerca de las doce, los cinco sospechosos compartió una picada en el bar de una estación de servicios de Hipólito Yrigoyen. Rojas habría sido visto, como a las 3, lavando su coche.