CRIMEN DEL EMPRESARIO

Sarquiz había sido amenazado antes de que lo asesinaran

Entre las hipótesis que manejan los investigadores está la de un ajuste de cuentas, más allá de un simple robo. Una hija también habría recibido amenazas telefónicas. Secuestraron chips de celulares y realizaron inspecciones en el domicilio de la víctima.

Al menos media docena de llamados telefónicos amenazantes habría recibido en los últimos días el empresario Miguel Sarquiz, de 71 años, quien anteayer fue sorprendido por dos sujetos -con rostro descubierto- en su casa de La Banda y asesinado de un tiro en el estómago.
La noticia fue confirmada por un investigador que busca a los delincuentes, cuyo paradero se procura determinar en barrios periféricos, albergues, hoteles y a través de los vehículos que ingresaron a la ciudad por distintas rutas.
Pese al estricto hermetismo y secreto de sumario fijado por la jueza Ana María Rodríguez, se supo que Sarquiz habría sido amenazado en la última semana y la Justicia en la víspera esperaba hipotéticas explicaciones desde su entorno familiar.
Otra fuente añadió que también se sospecha de amenazas telefónicas, cuya receptora habría sido una de sus hijas que reside en otra provincia.
El abanico de sospechas e hipótesis partiría de posibles enemigos por negocios, problemas financieros de cualquier integrante de la familia Sarquiz y hasta una venganza personal.
“Trabajamos con varias hipótesis. Nada se descarta. Pero decae la teoría de un mero robo y posterior muerte”, confió anoche un funcionario policial a EL LIBERAL.
Sea cual fuere la respuesta, el desenlace se precipitó en la antevíspera a las 15.40.
Según empleados y familiares, Sarquiz almorzó en casa de una hija (tiene 3 mujeres y 1 varón) y poco antes de las 15 regresó a su hogar de calle OMill, entre Alem y Pellegrini.
Para los investigadores, los sujetos vinieron siguiéndolo. Sarquiz habría ingresado y posteriormente hicieron lo propio los dos misteriosos visitantes que extrajeron armas de fuego y abordaron de inmediato al empresario, quien se encontraba en compañía de siete empleados.
Después de preguntar por él con nombre y apellido, los maleantes se acercaron al dueño de casa y le habrían propinado una feroz golpiza.
Uno de los individuos se habría cubierto con una frazada la mano que sujetaba el arma de fuego y luego le habría disparado en el estómago a la víctima. Con esa modalidad se habría atenuado el estampido y, a la vez, recapturado la vaina, en caso que el arma homicida sea una pistola. La muerte sobrevino en cuestión de segundos.
Con los empleados atemorizados y encerrados en otras habitaciones, los dos sujetos se habrían apoderado de sus celulares.
Un día después, la Brigada de Investigaciones de la Departamental Banda y personal de la Comisaría 14 ayer empezó a reconstruir la tragedia.
Trascendió que la investigación arranca desde la vida de la propia víctima, hasta las siete personas que lo acompañaban: todos empleados.
Éstos pasaron la madrugada en la policía. Recién quedaron libres ayer, tras declarar y proveer hasta el más insignificante detalle de la tragedia.
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