AVENIDA SOLIS

La triste realidad de vivir con temor a ser agredidos

En la avenida Solís, a escasos metros de la avenida Belgrano, muchas familias tienen que encerrarse a las nueve de la noche, y sufren agresiones verbales si osan pedirle a los travestis que se retiren del lugar.
Al ser consultados por EL LIBERAL, cuesta conseguir alguna declaración, porque temen ser identificados y sufrir consecuencias más graves.
“Ya no sabemos qué hacer, no podemos vivir. Los sábados es constante el ir y venir de estas personas, se paran en algunas esquinas y tienen determinados algunos baldíos donde se cambian y hacen sus cosas”, comentó uno de los vecinos, quien estuvo a punto de mudarse del barrio, impotente frente a esta situación.
En uno de los comercios del lugar, comentaron que “una vez un vecino los enfrentó y le rompieron la ventana y la puerta de su casa a ladrillazos; se juntan y son muy agresivos, incluso cuando uno los mira”.
Además, aseguran que tienen prácticamente “prohibido” quedarse en la vereda hasta altas horas de la noche, porque según consideran les arruina el negocio.
“Ahora, en el verano, no podemos quedarnos en la vereda hasta tarde, porque comienzan a pasar y tirar indirectas para que uno entre. Dicen que los clientes no quieren detenerse cuando ven gente en la vereda. Ellos mandan todo aquí, y uno no tiene alternativas porque sino hacen algún daño. Cuando avisamos a la policía y viene algún móvil y se detiene en el lugar, desaparecen, pero el patrullero no puede quedarse toda la noche, y cuando se van vuelven y se ponen furiosos. No sabemos qué hacer”, relatan.
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