Acusan a escribana de "falsificar" una escritura de vivienda capitalina
El documento habría sido fraguado en 1985. Con el mismo, una familia está a un paso de ser desalojada. La integra una joven discapacitada de 19 años.
Un escribana del medio es investigada por la Justicia local, acusada de haber falsificado una escritura de una propiedad ubicada en el barrio Primera Junta.
Verificar la autenticidad del documento es crucial hoy, ya que una familia estaría a punto de ser desalojada usando ese instrumento. Según la investigación, en marzo de 1985 falleció el propietario de la vivienda.
Sorpresivamente, dos meses después el hombre aparecería firmando un documento, el cual fue empleado por sus familiares para asumir derechos sobre el inmueble y reescriturar la propiedad a nombre suyo.
Historia
El problema se inicia porque antes de morir, el propietario habría cedido esa casa a otra pariente, quien la habita desde entonces.
Pasaron los años y en 2005 otra persona requirió a su familiar que desocupe de inmediato la casa.
Y sobrevino una batalla legal de imprevisibles consecuencias.
Al tomar la representación de la familia que hoy habita la vivienda, en 2012 dos abogados denunciaron a la escribana que actuó en 1985.
Cargos a la notaria
Los letrados le atribuyeron “falsificación de instrumento público’.
Le endilgan haber fraguado una estructura traslativa de dominio.
Para los abogados, la Justicia debe investigar si es real que el anterior dueño de la casa otorgó un poder que hoy no aparece relacionado en la escritura.
La acción penal en contra de la notaria fue interpuesta ante la jueza Rosa Falco.
A los pocos meses, la fiscal Celia Mussi requirió la imputación de la escribana, por considerar que la misma habría incurrido en los delitos sospechados.
Vale destacar que a semana pasada los abogados repitieron el pedido de imputación para la notaria.
Otro frente
En forma simultánea, los profesionales plantearon ante el Juzgado Civil y Comercial de 4ª Nominación una “prescripción adquisitiva veinteñal”.
Básicamente, los abogados intentan hacer prevalecer los derechos que les asistirían a sus clientes, ya que vivirían en la casa desde la década del 80.
Claro que esta batalla aparece más que compleja, ya que la casa siempre tuvo un dueño y la Justicia no modifica dicha esencia.
Por ende, a todas luces la escritura que interpuso la escribana resultará más que trascendente.
Ante la jueza Falco se habrían solicitado pericias, a fin de que sean los expertos quienes determinen si las firmas del documento, efectivamente corresponden al dueño original muerto.
Se supo que la investigación será vital, ya que posibilitaría establecer certezas, o no, de un documento, cuya utilización (y aceptación) decantó en orden de desalojo, el viernes pasado.
Varias personas arribaron a la casa y anunciaron a la familia que deberían desalojarla de inmediato.
Presa de la desesperación, la mujer que la habita haría amenazado con prenderse fuego.
Su mayor angustia era el asumirse en la calle y con su sobrina, de 19 años (discapacitada) a la intemperie.
Esta semana quizá surgirían novedades, ya que los abogados formularán nuevos planteos, de una u otra parte, enfatizaron voceros judiciales.l
Verificar la autenticidad del documento es crucial hoy, ya que una familia estaría a punto de ser desalojada usando ese instrumento. Según la investigación, en marzo de 1985 falleció el propietario de la vivienda.
Sorpresivamente, dos meses después el hombre aparecería firmando un documento, el cual fue empleado por sus familiares para asumir derechos sobre el inmueble y reescriturar la propiedad a nombre suyo.
Historia
El problema se inicia porque antes de morir, el propietario habría cedido esa casa a otra pariente, quien la habita desde entonces.
Pasaron los años y en 2005 otra persona requirió a su familiar que desocupe de inmediato la casa.
Y sobrevino una batalla legal de imprevisibles consecuencias.
Al tomar la representación de la familia que hoy habita la vivienda, en 2012 dos abogados denunciaron a la escribana que actuó en 1985.
Cargos a la notaria
Los letrados le atribuyeron “falsificación de instrumento público’.
Le endilgan haber fraguado una estructura traslativa de dominio.
Para los abogados, la Justicia debe investigar si es real que el anterior dueño de la casa otorgó un poder que hoy no aparece relacionado en la escritura.
La acción penal en contra de la notaria fue interpuesta ante la jueza Rosa Falco.
A los pocos meses, la fiscal Celia Mussi requirió la imputación de la escribana, por considerar que la misma habría incurrido en los delitos sospechados.
Vale destacar que a semana pasada los abogados repitieron el pedido de imputación para la notaria.
Otro frente
En forma simultánea, los profesionales plantearon ante el Juzgado Civil y Comercial de 4ª Nominación una “prescripción adquisitiva veinteñal”.
Básicamente, los abogados intentan hacer prevalecer los derechos que les asistirían a sus clientes, ya que vivirían en la casa desde la década del 80.
Claro que esta batalla aparece más que compleja, ya que la casa siempre tuvo un dueño y la Justicia no modifica dicha esencia.
Por ende, a todas luces la escritura que interpuso la escribana resultará más que trascendente.
Ante la jueza Falco se habrían solicitado pericias, a fin de que sean los expertos quienes determinen si las firmas del documento, efectivamente corresponden al dueño original muerto.
Se supo que la investigación será vital, ya que posibilitaría establecer certezas, o no, de un documento, cuya utilización (y aceptación) decantó en orden de desalojo, el viernes pasado.
Varias personas arribaron a la casa y anunciaron a la familia que deberían desalojarla de inmediato.
Presa de la desesperación, la mujer que la habita haría amenazado con prenderse fuego.
Su mayor angustia era el asumirse en la calle y con su sobrina, de 19 años (discapacitada) a la intemperie.
Esta semana quizá surgirían novedades, ya que los abogados formularán nuevos planteos, de una u otra parte, enfatizaron voceros judiciales.l