Andrés Coronel habría muerto tras ser agredido a trompadas, patadas y cadenazos
La situación de Ramón Alberto Fernández es muy comprometida. Permanece alojado en la Seccional Sexta. Será indagado en los días venideros por el juez Miguel Moreno.
Una cruel paliza, abundante en cadenazos, trompadas y patadas habrían sido la causa de la muerte del vecino del Bº 8 de Abril, el domingo al mediodía.
La víctima fue dentificada como Andrés David Coronel, de 34 años, domiciliado en calle Vélez Sársfield Nº 1347, en el citado complejo habitacional.
Su historia adquirió notoriedad el domingo cerca del mediodía, al ser atacado en la esquina de calles Absalón Ibarra y 222.
Según testigos y la propia investigación de la Seccional Sexta, el agresor sería Ramón Alberto Fernández, de 22 años, con residencia en Héroes de Malvinas Nº 142, barrio La Católica.
Autopsia
Ayer, los forenses habrían deslizado resultados parciales de la autopsia.
En efecto, los expertos habrían señalado que Coronel presentaba “una fractura en un hueso, detrás de la oreja”.
A criterio de los forenses, la lesión le habría provocado “una hemorragia intracraneana” que desembocó en la tragedia.
Consultados algunos médicos, se presume que la lesión advertida sería compatible con violenta patada, obviamente en la cabeza.
Por lo tanto, esto agravaría sobremanera el futuro de Fernández, ya que éste habría afirmado que apenas le dio una trompada y al caerse Coronel, huyó del lugar.
Por el contrario, algunos vecinos el domingo señalaron a EL LIBERAL: “Ramón llegó, lo trompeó, pateó y hasta le pegó con una cadena al Andrés”.
Desenlace
En medio de gritos desaforados de Coronel, siete personas lo subieron a la ambulancia y lo trasladaron al Hospital Regional, a fin de que se le realizaran las curaciones pertinentes.
Más allá de la sangre superficial, subyacía interiormente la herida que terminó causándole una mortal hemorragia. Cerca de las 16, ésta provocó el triste fin del paciente.
Sobrevino un paro cardíaco y complicaciones en el cerebro que desembocaron en la muerte.
Con la tragedia, la Justicia reformuló la acusación contra Fernández. D “lesiones” ahora se le endilga “homicidio simple”.
El panorama ayer causaba preocupación, por cuanto no es un delito excarcelable y todo indica que esperará el juicio detenido.
La víctima fue dentificada como Andrés David Coronel, de 34 años, domiciliado en calle Vélez Sársfield Nº 1347, en el citado complejo habitacional.
Su historia adquirió notoriedad el domingo cerca del mediodía, al ser atacado en la esquina de calles Absalón Ibarra y 222.
Según testigos y la propia investigación de la Seccional Sexta, el agresor sería Ramón Alberto Fernández, de 22 años, con residencia en Héroes de Malvinas Nº 142, barrio La Católica.
Autopsia
Ayer, los forenses habrían deslizado resultados parciales de la autopsia.
En efecto, los expertos habrían señalado que Coronel presentaba “una fractura en un hueso, detrás de la oreja”.
A criterio de los forenses, la lesión le habría provocado “una hemorragia intracraneana” que desembocó en la tragedia.
Consultados algunos médicos, se presume que la lesión advertida sería compatible con violenta patada, obviamente en la cabeza.
Por lo tanto, esto agravaría sobremanera el futuro de Fernández, ya que éste habría afirmado que apenas le dio una trompada y al caerse Coronel, huyó del lugar.
Por el contrario, algunos vecinos el domingo señalaron a EL LIBERAL: “Ramón llegó, lo trompeó, pateó y hasta le pegó con una cadena al Andrés”.
Desenlace
En medio de gritos desaforados de Coronel, siete personas lo subieron a la ambulancia y lo trasladaron al Hospital Regional, a fin de que se le realizaran las curaciones pertinentes.
Más allá de la sangre superficial, subyacía interiormente la herida que terminó causándole una mortal hemorragia. Cerca de las 16, ésta provocó el triste fin del paciente.
Sobrevino un paro cardíaco y complicaciones en el cerebro que desembocaron en la muerte.
Con la tragedia, la Justicia reformuló la acusación contra Fernández. D “lesiones” ahora se le endilga “homicidio simple”.
El panorama ayer causaba preocupación, por cuanto no es un delito excarcelable y todo indica que esperará el juicio detenido.