Conmoción en Reconquista: torturó y mato a su ex novia
La mujer presentaba marcas de ataduras, heridas en la cabeza y signos de que pasaron electricidad por las partes de su cuerpo.
Un nuevo caso de femicidio salió a la luz, después de que la Policía encontrara los restos de una joven en la localidad de Reconquista, Santa Fe.
Llevaba más de dos semanas desaparecida y habría sufrido torturas por parte de su ex novio, único detenido en la causa. Celia Ortiz, tras dejar a su hijo en casa de sus suegros, había desaparecido sin dejar rastros el 31 de agosto.
Su familia la buscaba intensamente sin obtener resultados positivos. Las novedades llegaron cuando el último viernes fue arrestado Fernando Ortiz, ex novio de la joven de 24 años. Tiene 34 años y tiene una herrería en su casa.
En un primer momento negó saber dónde estaba Celia pero había contradicciones en sus declaraciones. En la mañana del sábado Fernando dijo saber dónde podrían encontrarla. Dijo que él no la mató, que ella se cayó, se lastimó y murió y que producto del susto y la conmoción del momento, la escondió en el aljibe y guardó el secreto.
Lo cierto es que los efectivos llegaron al lugar con los datos aportados por su ex pareja y encontraron el cuerpo de la mujer dentro de un aljibe en desuso en el campo La Manuela en la ciudad de Reconquista, en inmediaciones del arroyo El Rey, a 150 metros de la casa que habita el único detenido por el crimen.
La familia de Celia no podía acreditar lo que escuchaba al enterarse de lo que Fernando declaró. Es que ni bien trascendió su desaparición, el hombre salía junto a ellos a buscarla. Tras extraer el cuerpo del pozo, determinaron que sea sometido a una autopsia para proseguir con la investigación hasta el total esclarecimiento.
El cuerpo presentaba evidentes signos de violencia, que fue terriblemente torturada: La mujer tenía marcas de ataduras en sus muñecas y además vestigios compatibles con el paso de electricidad en distintas partes del cuerpo.
El hombre arrestado preventivamente por la policía, Fernando Ortiz de 34 años, es de profesión herrero y habría asumido que la golpeó con un hierro en la cabeza como así también haberle infligido padecimientos indecibles hasta la muerte.
Llevaba más de dos semanas desaparecida y habría sufrido torturas por parte de su ex novio, único detenido en la causa. Celia Ortiz, tras dejar a su hijo en casa de sus suegros, había desaparecido sin dejar rastros el 31 de agosto.
Su familia la buscaba intensamente sin obtener resultados positivos. Las novedades llegaron cuando el último viernes fue arrestado Fernando Ortiz, ex novio de la joven de 24 años. Tiene 34 años y tiene una herrería en su casa.
En un primer momento negó saber dónde estaba Celia pero había contradicciones en sus declaraciones. En la mañana del sábado Fernando dijo saber dónde podrían encontrarla. Dijo que él no la mató, que ella se cayó, se lastimó y murió y que producto del susto y la conmoción del momento, la escondió en el aljibe y guardó el secreto.
Lo cierto es que los efectivos llegaron al lugar con los datos aportados por su ex pareja y encontraron el cuerpo de la mujer dentro de un aljibe en desuso en el campo La Manuela en la ciudad de Reconquista, en inmediaciones del arroyo El Rey, a 150 metros de la casa que habita el único detenido por el crimen.
La familia de Celia no podía acreditar lo que escuchaba al enterarse de lo que Fernando declaró. Es que ni bien trascendió su desaparición, el hombre salía junto a ellos a buscarla. Tras extraer el cuerpo del pozo, determinaron que sea sometido a una autopsia para proseguir con la investigación hasta el total esclarecimiento.
El cuerpo presentaba evidentes signos de violencia, que fue terriblemente torturada: La mujer tenía marcas de ataduras en sus muñecas y además vestigios compatibles con el paso de electricidad en distintas partes del cuerpo.
El hombre arrestado preventivamente por la policía, Fernando Ortiz de 34 años, es de profesión herrero y habría asumido que la golpeó con un hierro en la cabeza como así también haberle infligido padecimientos indecibles hasta la muerte.