La banda del narco Claudio Andrada ya operaba al menos desde 2008
Gustavo Collado Correa, alias “El Uruguayo”, uno de los actuales cinco prófugos de la banda narco liderada por Claudio “El Gallo” Andrada (45 años), sindicado por las fuerzas de seguridad nacional como uno de los jefes de las bandas más fuertes del país, registra un antecedente que muy pocos relacionan: en el año 2008 fue detenido en Frías por efectivos de Buenos Aires, quienes seguían sus pasos por considerarlo un importante estafador.
Si bien las razones de aquella detención no estuvieron relacionadas directamente con el tráfico y venta de drogas, esto demuestra que la logística delictiva de Andrada y su grupo no se relaciona con la zona de Frías y el norte del país de un día para el otro, sino que las operaciones ilícitas vienen desde por lo menos el año 2008.
Según la investigación, Collado era uno de los “soldados” de Andrada –detenido en Frías en un espectacular procedimiento en el que hubo hasta tiros y actualmente se encuentra alojado en la cárcel de Villa Devoto- en la organización narco que trasladaba la droga desde el norte, que entraba por Bolivia hasta el centro del país. Este tipo de operativa se desmoronó cuando, días antes de la detención, se descubrió un cargamento de 587 kilos de cocaína de máxima pureza que era llevada por el grupo de “El Gallo” y en cuya logística actuaron no menos de una decena de personas, cada uno con un rol bien definido.
Fecha clave
El 22 de diciembre de 2008 era lunes. A las 11, investigadores de la Policía bonaerense y de la brigada local llegaron hasta las puertas de la casa en pleno centro de Frías en donde “El Uruguayo” alquilaba junto con una mujer. Lo buscaban por denuncias de comerciantes de la ciudad de Mercedes.
Los policías allanaron la vivienda ubicada en calle Granaderos de San Martín casi Mendoza. El sujeto que alquilaba desde hace varios meses era buscado por la Justicia de Buenos Aires, sospechado del supuesto delito de estafa.
Gustavo Collado Correa es un uruguayo radicado desde hace tiempo en Buenos Aires, acusado por supuesta estafa a comerciantes. Las pistas los trajeron hasta Frías y con permanentes trabajos de inteligencia dieron con el sospechoso, según explicaron los oficiales de la Delegación de Investigaciones de Mercedes (DDI).
La orden de allanamiento, detención y requisa del domicilio, provino de la Unidad Fiscalía de Instrucción Nº 2 y Garantías 3ª de la citada localidad bonaerense.
Si bien el sospechoso estaba desde hace tiempo en Frías, viajaba reiteradamente a Buenos Aires y desde allí regresaba cargado con productos como electrodomésticos, colchones y herramientas, entre otros bienes.
En la oportunidad del allanamiento, vivía con su mujer y dos hijos de 14 y 15 años. Cuando tocaron a su puerta y se encontró rodeado de policías, Collado Correa sólo atinó a sorprenderse, no opuso ningún tipo de resistencia frente los investigadores y ante la imposibilidad de comprobar la legal procedencia de los elementos que tenía acopiados en el interior de la vivienda que alquilaba, inmediatamente fue detenido y alojado en la Seccional 23ª para su inmediata extradición.
En total fueron tres los móviles policiales que cargaron en forma completa con materiales secuestrados en la casa del uruguayo. El procedimiento fue seguido muy de cerca por la jueza del Crimen de Segunda Nominación, Dra. Sara María Harón, quien se encargó de extraditar al detenido hacia Buenos Aires. l
Si bien las razones de aquella detención no estuvieron relacionadas directamente con el tráfico y venta de drogas, esto demuestra que la logística delictiva de Andrada y su grupo no se relaciona con la zona de Frías y el norte del país de un día para el otro, sino que las operaciones ilícitas vienen desde por lo menos el año 2008.
Según la investigación, Collado era uno de los “soldados” de Andrada –detenido en Frías en un espectacular procedimiento en el que hubo hasta tiros y actualmente se encuentra alojado en la cárcel de Villa Devoto- en la organización narco que trasladaba la droga desde el norte, que entraba por Bolivia hasta el centro del país. Este tipo de operativa se desmoronó cuando, días antes de la detención, se descubrió un cargamento de 587 kilos de cocaína de máxima pureza que era llevada por el grupo de “El Gallo” y en cuya logística actuaron no menos de una decena de personas, cada uno con un rol bien definido.
Fecha clave
El 22 de diciembre de 2008 era lunes. A las 11, investigadores de la Policía bonaerense y de la brigada local llegaron hasta las puertas de la casa en pleno centro de Frías en donde “El Uruguayo” alquilaba junto con una mujer. Lo buscaban por denuncias de comerciantes de la ciudad de Mercedes.
Los policías allanaron la vivienda ubicada en calle Granaderos de San Martín casi Mendoza. El sujeto que alquilaba desde hace varios meses era buscado por la Justicia de Buenos Aires, sospechado del supuesto delito de estafa.
Gustavo Collado Correa es un uruguayo radicado desde hace tiempo en Buenos Aires, acusado por supuesta estafa a comerciantes. Las pistas los trajeron hasta Frías y con permanentes trabajos de inteligencia dieron con el sospechoso, según explicaron los oficiales de la Delegación de Investigaciones de Mercedes (DDI).
La orden de allanamiento, detención y requisa del domicilio, provino de la Unidad Fiscalía de Instrucción Nº 2 y Garantías 3ª de la citada localidad bonaerense.
Si bien el sospechoso estaba desde hace tiempo en Frías, viajaba reiteradamente a Buenos Aires y desde allí regresaba cargado con productos como electrodomésticos, colchones y herramientas, entre otros bienes.
En la oportunidad del allanamiento, vivía con su mujer y dos hijos de 14 y 15 años. Cuando tocaron a su puerta y se encontró rodeado de policías, Collado Correa sólo atinó a sorprenderse, no opuso ningún tipo de resistencia frente los investigadores y ante la imposibilidad de comprobar la legal procedencia de los elementos que tenía acopiados en el interior de la vivienda que alquilaba, inmediatamente fue detenido y alojado en la Seccional 23ª para su inmediata extradición.
En total fueron tres los móviles policiales que cargaron en forma completa con materiales secuestrados en la casa del uruguayo. El procedimiento fue seguido muy de cerca por la jueza del Crimen de Segunda Nominación, Dra. Sara María Harón, quien se encargó de extraditar al detenido hacia Buenos Aires. l