Diferencias entre "El realismo mágico" y "Lo real maravilloso"
Por Betty Sayago *
Especial para EL LIBERAL
El realismo mágico es la síntesis del realismo (lo verídico), y de la literatura fantástica (lo sobrenatural).
Como actitud estética, el realismo mágico manifiesta la categoría de “lo extraño”. Así, un narrador mágico realista, sin apartarse de la realidad, cuenta una acción que, aunque es explicable desde el punto de vista de la lógica, resulta extraña, perturbadora.
Ejemplo: “Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de a muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor del mar, y solo la forma permitía suponer que era el cadáver de un ser humano, porque su piel estaba revestida con una coraza de rémora y lodo”.
(El ahogado más hermoso del mundo, Gabriel García Márquez)
También se inscriben dentro de esta tendencia, además de García Márquez: Asturias, Rulfo, Fuentes, Bioy Casares, Vargas Llosa, Borges, entre otros.
El estilo de García Márquez
Este escritor se caracteriza por la desmesura que invade en todas sus obras. La hipérbole es el recurso narrativo más usado por el autor, en su afán de crear un mundo esencialmente novelesco. Es el escritor de mayor fuerza imaginativa entre los surgidos en la década del 60, dentro de la narrativa hispanoamericana.
Lo real maravilloso
americano
En 1949 Alejo Carpentier postuló esta teoría: la existencia de lo “real maravilloso americano”, como base de toda la narrativa contemporánea. Para él la realidad americana en sí es maravillosa, por lo que tiene de novedosa y admirable, es decir, que frente a ella, el escritor no necesita usar trucos que despierten asombro o extrañeza en los lectores: sólo describirla tal como es.
Ejemplo: “Para penetrar en ese mundo, el Adelantado había tenido que conseguirse las llaves de secretas entradas; sólo él conocía cierto paso entre dos troncos, único en cincuenta leguas, que conducía a una angosta escalinata de lajas, por la que podía descenderse al vasto misterio de los grandes barroquismos telúricos. Sólo él sabía dónde estaba la pasarela de los bejucos que permitía andar por debajo de la cascada, la poterna de la hojarasca, el paso por la caverna de los petroglifos… Él descifraba el código de las ramas dobladas, de las incisiones en las cortezas, de la rama caída o no, sino colocada…”.
(De “Los pasos perdidos”, de Alejo Carpentier)
Ambas posturas, “El realismo mágico” y “Lo real maravilloso” apuntan a una misma realidad: “la americana”. En las dos, también lo narrado o descrito provoca extrañeza en el lector, aunque su explicación caiga dentro de las leyes de la Naturaleza. Los cultores de ambas han adoptado los procedimientos del Neobarroco para expresarse.
* Escritora, Licenciada en Letras.
Especial para EL LIBERAL
El realismo mágico es la síntesis del realismo (lo verídico), y de la literatura fantástica (lo sobrenatural).
Como actitud estética, el realismo mágico manifiesta la categoría de “lo extraño”. Así, un narrador mágico realista, sin apartarse de la realidad, cuenta una acción que, aunque es explicable desde el punto de vista de la lógica, resulta extraña, perturbadora.
Ejemplo: “Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de a muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor del mar, y solo la forma permitía suponer que era el cadáver de un ser humano, porque su piel estaba revestida con una coraza de rémora y lodo”.
(El ahogado más hermoso del mundo, Gabriel García Márquez)
También se inscriben dentro de esta tendencia, además de García Márquez: Asturias, Rulfo, Fuentes, Bioy Casares, Vargas Llosa, Borges, entre otros.
El estilo de García Márquez
Este escritor se caracteriza por la desmesura que invade en todas sus obras. La hipérbole es el recurso narrativo más usado por el autor, en su afán de crear un mundo esencialmente novelesco. Es el escritor de mayor fuerza imaginativa entre los surgidos en la década del 60, dentro de la narrativa hispanoamericana.
Lo real maravilloso
americano
En 1949 Alejo Carpentier postuló esta teoría: la existencia de lo “real maravilloso americano”, como base de toda la narrativa contemporánea. Para él la realidad americana en sí es maravillosa, por lo que tiene de novedosa y admirable, es decir, que frente a ella, el escritor no necesita usar trucos que despierten asombro o extrañeza en los lectores: sólo describirla tal como es.
Ejemplo: “Para penetrar en ese mundo, el Adelantado había tenido que conseguirse las llaves de secretas entradas; sólo él conocía cierto paso entre dos troncos, único en cincuenta leguas, que conducía a una angosta escalinata de lajas, por la que podía descenderse al vasto misterio de los grandes barroquismos telúricos. Sólo él sabía dónde estaba la pasarela de los bejucos que permitía andar por debajo de la cascada, la poterna de la hojarasca, el paso por la caverna de los petroglifos… Él descifraba el código de las ramas dobladas, de las incisiones en las cortezas, de la rama caída o no, sino colocada…”.
(De “Los pasos perdidos”, de Alejo Carpentier)
Ambas posturas, “El realismo mágico” y “Lo real maravilloso” apuntan a una misma realidad: “la americana”. En las dos, también lo narrado o descrito provoca extrañeza en el lector, aunque su explicación caiga dentro de las leyes de la Naturaleza. Los cultores de ambas han adoptado los procedimientos del Neobarroco para expresarse.
* Escritora, Licenciada en Letras.