"MIENTRAS MANTENGA LA PASIÓN QUIERO SEGUIR"

Al Pacino, la vigencia de un genio y figura

Cumplió 75 años y no se queda quieto. Sigue filmando. Este año ya estrenó tres películas y ya prepara dos. Está feliz porque, a fin de año, volverá a su viejo amor: el teatro.

Pocos en Hollywood envejecen tan bien como Al Pacino, un mito del cine que cumplió 75 años en plena racha creativa y sin intención de echar el freno a una carrera que no olvida el lugar donde todo empezó: el teatro.

"Mientras mantenga la pasión, quiero seguir. La interpretación se convierte en algo natural cuando llevas haciéndolo tanto tiempo como yo, y es casi inimaginable pensar en dejarlo", dijo.

"Soy consciente de que me hago viejo", apuntó, "pero aún puedo hacer esto". Y de qué manera. En lo que va del año estrenó tres películas (The Humbling, Manglehorn y Danny Collins) que, aun lejos de ser éxitos comerciales, le han deparado algunas de las mejores críticas en los últimos 15 años, Y ya prepara Beyond Deceit, junto a Anthony Hopkins, y The Trap, acompañado por James Franco y Benicio del Toro.

Pero el proyecto con el que se frota las manos es la obra teatral China Doll, con la que regresará a Broadway a finales de año de la mano de David Mamet.

El ganador del Oscar por Scent of a Woman (1992), no obstante, tardó en encontrar su hueco en el Hollywood del nuevo siglo. Encadenó una serie de películas que no estaban a su altura (Gigli, 2003; 88 Minutes, 2007; Righteous Kill, 2008; Jack and Jill, 2011), pero la televisión lo rescató con personajes de oro en la miniserie Angels in América (2003) y los telefilmes You Don?t Know Jack (2010) y Phil Spector (2013).

Pacino se hizo con el Emmy y el Globo de Oro por los dos primeros. Como diría su célebre Michael Corleone en The Godfather: Part III (1990): "Justo cuando creía que estaba fuera, me vuelven a meter dentro".

En realidad, aunque nunca hubiera vuelto a recobrar el pulso cinematográfico, su legado hablaría por sí solo.

En su juventud, y tras dejar los estudios de arte dramático, se encontró a menudo desempleado, alcoholizado e, incluso, sin hogar. Pero Francis Ford Coppola llamó a su puerta en el momento adecuado y dio un giro a su vida ofreciéndole el papel de Michael Corleone. ?Siempre me quiso para el papel. Solo me veía a mí como Michael?, comentó Pacino. Coppola había tratado personalmente al actor tras descubrirlo en una obra de teatro y pensó en él para una película que iba a rodar sobre un profesor universitario. Aquel proyecto no salió adelante, pero un año después, Coppola llamó al intérprete y le ofreció uno de los personajes más famosos de la historia del cine.

Y no se arrepiente de haber rechazado trabajar en Mujer Bonita y ?Star Wars. "Richard Gere lo hizo muy bien. Yo no podría haber hecho eso. Y Star Wars lo rechacé porque no lo entendía", afirmó este genio y figura.l
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