Evangelio según San Juan 3,31-36.
El que viene de lo altoestá por encima de todos.El que es de la tierra pertenecea la tierra y habla de latierra. El que vino del cieloda testimonio de lo que havisto y oído, pero nadie recibesu testimonio.El que recibe su testimoniocertifica que Dios es veraz.El que Dios envió dicelas palabras de Dios, porqueDios le da el Espíritu sinmedida.El Padre ama al Hijo y hapuesto todo en sus manos.El que cree en el Hijo tieneVida eterna. El que seniega a creer en el Hijo noverá la Vida, sino que la irade Dios pesa sobre él.ComentarioSi tú, a partir de un fuegoprimero enciendes muchosotros en muchos y diversoslugares, el primerono queda empequeñecido...Lo mismo es Dios sonsu Mesías; son uno a pesarde permanecer en multitudde hombres. El sol no empequeñecepor el mero hechode que su fuerza llegue a todala tierra. Y cuanto másgrande es la fuerza de Diospuesto que es por su fuerzaque existe el sol...Para Moisés representabauna carga conducir élsolo el campamento de Israel.El Señor le dijo: “Derramaréde tu mismo Espíritusobre setenta hombresde entre los ancianos de Israel”(Nm 11,17) Cuando cogiódel Espíritu de Moisés ylos setenta hombres quedaronllenos de él ¿acaso disminuyóel Espíritu que habitabaen Moisés? ¿Acasopercibieron que Moisés teníamenos espíritu? El bienaventuradoPablo dice también:Dios repartió el Espíritude Cristo, el Mesías, ylo envió a los profetas (1C12,11.28). Pero el Mesías noestuvo perjudicado en nada,porque su Padre le dio elEspíritu sin medida.Es en este sentido...que Cr i s to habi ta en loscreyentes. No queda perjudicadoen nada si es compartidocon la multitud, porquees el Espíritu de Cristoque han recibido los profetas[del Nuevo Testamento],cada uno según lo quenecesitaba. Y todavía hoyes este mismo Espíritu deCristo el que es derramadosobre toda carne a fin deque profeticen hijos e hijas,ancianos y jóvenes, siervosy siervas (Jl 3,1; Hch 2,17). ElMesías está en nosotros, yel Mesías está en el cielo ala derecha de su Padre. Noha recibido el Espíritu comedidamente,sino que suPadre lo ha amado y lo hapuesto todo en sus manos,dándole poder sobre todosu tesoro... Nuestro Señordice también: “Todo melo ha entregado mi Padre”(Mt 11,27)... En fin, el apóstolPablo dice: “Todo serásometido a Cristo, salvo suPadre que todo se lo ha sometido.Al final, cuando todoesté sometido, entoncestambién el Hijo se someteráa Dios, al que se lo habíasometido todo. Y así Dios loserá todo para todos” (1C15, 27-28).