La Biblioteca Sarmiento y la cultura de Santiago del Estero
Por Daniel Guzmán / Presidente de la Sociedad Sarmiento.
La Sociedad Sarmiento
fue fundada en 1888
por don Belisario Flores,
docente normalista, y por
los datos de archivo, escribe
el primer estatuto, y
alienta a los socios a asistir
a la escuela nocturna
de la citada sociedad.
La misma estuvo formada
por obreros urbanos,
en su mayoría analfabetos,
y desprotegidos en
servicios sociales (médico
y sepelios), por lo que la
sociedad fue de socorros
mutuos, una forma de
asociación muy común en
esta época. Esto ocurrió el
mismo año que abría sus
puertas el Teatro Recreo,
para recibir a las compañías
teatrales españolas,
que según Arturo Bustos
Navarro fue conformada
por artesanos en un primer
momento, lo que refleja
la presencia de los
sectores obreros en la
vida cultural de la “ciudad”
1.
Un importante paso
para esta Sociedad fue
la inauguración de su Biblioteca
pública en 1893.
Las otras sociedades estuvieron
presentes, apoyando
tal evento de gran importancia
para la cultura
en Santiago. En 1893 Gumersindo
Sayago, docente
del Colegio Nacional,
presidente de la Sociedad
Sarmiento, en una conferencia
en la citada institución
la ubicaba dentro
de la realidad cultural en
Santiago, decía:
(...) “Si en otro tiempo,
bajo los auspicios
del grande educacionista
don Domingo F. Sarmiento
se estableció en el
Colegio Nacional, fundado
por él, otra Biblioteca,
ella tenía un carácter
propio y particular y con
el transcurso de los años
estuvo sujeta a múltiples
pericias, que hacían sentir
la necesidad de otra de
un carácter más general
que fuera mas accesible
a todos los ciudadanos.
La Sociedad Sarmiento,
cuyo fin no es solamente
practicar el socorro
material, sino también
el de propender el mejoramiento
moral y social
de las clases más modestas
del pueblo, comprendió
esta necesidad y con
un afán y una perseverancia
dignas, sin duda,
de encomio y de fomento,
acometió la grande
obra, y merced al concurso
de sus socios y de otros
ciudadanos amantes del
bien público (...) A la verdad,
si consideramos el
rol importante que en la
civilización de los pueblos
desempeñan el libro
y las Bibliotecas, nuestra
Biblioteca no es más que
un embrión, un principio,
un asomo de lo que sería
necesario que fuese para
merecer la honra de ser,
desde ya, contada entre
los adelantos verificados
en la sociedad santiagueña,
de algunos años a esta
parte”2 (...) Así, Sayago
pensó a la Sociedad Sarmiento
como un centro
cultural popular, abierto
a los sectores populares,
diferenciándose del Colegio
Nacional, que quedó
inmerso como una institución
para las elites.
En 1899 la Velada cultural/
literaria organizada
por la Sociedad Sarmiento
en el Teatro Zanetti,
nos indica el prestigio que
va obteniendo la institución
dentro de la elite, hubo
en la misma recitales
de piano, una representación
teatral a cargo del
grupo de aficionados dirigidos
por Félix O. Cordero,
declamaciones, destacándose
el poeta Santiago
Lugones, difusor de Ruben
Darío en Santiago, y
un discurso de apertura
a cargo de Baltasar Olaechea
y Alcorta, dijo el intelectual:
“(…) Creo que todos
estaremos conformes en
afirmar que pocas veces
se ha dado en Santiago
una fiesta social de fines
tan elevados y de carácter
tan simpático a todos
los gremios y a todas las
opiniones, como la que
celebramos ahora con las
complacencias que animan
al espíritu, cuando
se lleva a cabo tan útil y
honrosa a la vez para los
que la realizan. Fomentar
y proteger una asociación
que tiene por primordial
objetivo la formación
siempre creciente
de una Biblioteca popular
como la denominada
Sarmiento, es hacer
el bien con amplitudes
infinitas y con beneficios
incalculables (...).
Estimular la tarea generosa
de la Sociedad Sarmiento,
en esta época en
que tantos inauditos esfuerzos
se hacen por la
instrucción pública (...)
que recomienda la cultura
y las aspiraciones de
la sociedad santiagueña
(...) imprimamos nervio
y acción a asociaciones
de la índole de la Sarmiento”
3 (…) Varios aspectos
se pueden destacar
de este discurso; primero,
que con esta Velada se inaugura
un estilo de sociabilidad
cultural moderna,
que viene a reemplazar a
las tertulias o reuniones
sociales, que son un rasgo
del siglo XIX, aunque
la Velada en sí, sea una
nueva forma de reunión
social, pues es la elite su
público -especialmente el
femenino- , y segundo la
elite a través de Alcorta,
se hace cargo de alentar la
constitución de este tipo
de sociedades, que vienen
a complementar la política
educativa de la citada
Sociedad, y a mostrar la
importancia que tiene la
cultura para estos intelectuales,
como herramienta
de cambio.
En esta etapa los docentes
fueron los principales
socios de la Sociedad
Sarmiento, que impulsaron
su actividad cultural.
Resultado de esto,
se formó la Sociedad
Magisterio que nació en
1900, y fue toda una Asociación
cultural liberal,
que tuvo el fin principal
de difundir el positivismo
y el laicismo, reforzando
la tarea que la escuela por
la misma senda ideológica
realizó en la sociedad.
La Sociedad Sarmiento
fue su sede, en la cual esta
organización pronto se
convirtió en referente cultural.
Información publicada por diario EL LIBERAL. Director. Lic. Gustavo Ick.
Notas:
1.Bustos Navarro, Arturo
(1948), Fecundo desarrollo tuvieron
las instituciones culturales,
en el EL LIBERAL, número
del cincuentenario, Sgo. del Estero,
p. 198.
2. Contreras Lugones, Miguel
(1925), Anales de la Biblioteca
Sarmiento, Molinari,
Sgo. del Estero. p. 81, y Estatutos
de la Sociedad Sarmiento
de Socorros Mutuos (1889),
Imprenta M. Moreno, Buenos
Aires, p. 12.
3. Olaechea y Alcorta, Baltasar
(1909), Ecos del interior,
Ribas y Compañía, Sgo. del Estero,
p. 128.