OPINA SANTIAGO

El psicodiagnóstico clínico

Por el Lic. Mariano Vega- Psicólogo Clínico - Neuropsicólogo M.P.: 363

El psicodiagnóstico clínico es un campo de aplicación particular del Psicodiagnóstico, que posee una finalidad específica: utilizar las distintas técnicas que conforman una batería de test para obtener un diagnóstico, un pronóstico y una dirección de la cura en el caso que sea indicado que el evaluado requiera tratamiento psicológico. Las técnicas de base que conforman una batería psicodiagnóstica confiable deben integrar distintos tipos de estímulos y tareas. Así debemos incluir técnicas proyectivas gráficas tales como el HTP (Test de la Casa, Test del Árbol y el Test de la Persona Humana) el test de Bender, el test de Wartegg. Luego consideramos los test proyectivos verbales: tales como el Cuestionario Desiderativo y el test de Phillipson. Más allá que existen muchas otras técnicas confiables para ser administradas, lo importante es que una batería clínica debe incluir siempre las técnicas citadas, puesto que éstas están desde hace muchas décadas lo suficientemente validadas y han dado prueba de su efectividad en la evaluación psicológica. Es importante que el profesional que aplique las técnicas tenga siempre en mente una articulación entre el motivo de consulta y las técnicas que según su criterio le permitirán explorar, construir hipótesis y finalmente realizar una síntesis diagnóstica del estado psicológico del sujeto y de cuales podrían llegar a ser las posibles causas o conflictos subyacentes al mismo. Ahora bien, para finalizar este trabajo debemos dejar en claro que evalúa cada test, ya que aplicar una técnica sin saber con exactitud los alcances de su objeto de análisis hace que la desaprovechemos y quizás perdamos información valiosa. Las técnicas proyectivas gráficas como el HTP nos dan cuenta de los aspectos más profundos de la psiquis del sujeto, su análisis nos permite inferir las dinámicas más destacadas de la personalidad de base. Por ello son técnicas introductorias en la batería. Estos test expresan los aspectos más primarios de la personalidad. El Test de Wartegg como aporte diferencial se relaciona con aspectos más ligados a modos de afrontamientos y enfrentamientos del sujeto frente a situaciones vitales puntuales, y el estilo de resolución (conductas y comportamientos) que realiza ante cada situación planteada. El Test de Bender es un test doblemente importante, debido a que integra por un lado aspectos psicológicos, emocionales y conductuales presentes en el sujeto con los aspectos neurológicos y motrices que fácilmente se ponen en evidencia cuando existe en el evaluado alguna perturbación en este sentido. Por otra parte contribuye a realizar un diagnóstico diferencial respecto de estructuras psicopatológicas que puedan estar presentes. Los test proyectivos verbales nos conectan con los aspectos más secundarios y maduros del psiquismo del sujeto, debido a que utilizan el discurso verbal como modo de expresión de la personalidad. También tienen una doble función, articulan estructuras psicológicas, mecanismos defensa y estilos de conductas. El Cuestionario Desiderativo es un instrumento sencillo de aplicar aunque más complejo de interpretar, no obstante nos permite evaluar además de lo que hemos mencionado en este párrafo el nivel de inteligencia, el grado de coherencia en el pensamiento, el nivel de creatividad, el criterio de realidad presentes en el sujeto al momento de la toma.

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