Una fiesta popular que se reinventa cada año

La gente se reunió en familia en las confiterías que están alrededor la plaza Libertad para disfrutar los diferentes shows.

Por más de dos horas los artistas recorrieron las peatonales, galerías, comercios y centros culturales para entretener a los más chicos y también a los grandes. Todos aprovecharon para tomarse fotografías originales con los personajes.

Los cantores y bailarines también le pusieron color a una cálida mañana santiagueña, en la que el folclore, los ritmos latinoamericanos, el tango y la cumbia se escucharon en las veredas.