Beatriz Salomón aseguró que no se siente una actriz en "extinción"

En los febriles años 80 fueron las mujeres que despertaron las fantasías más increíbles de los argentinos. Vivieron la fama, algunas con calma otras con vértigos y algunas con desembozo, pero lo cierto es que en la actualidad siguen brillando por todo lo que consiguieron en ese tiempo glorioso de fertilidad laboral en cine, teatro y televisión junto a grandes maestros como Alberto Olmedo, Javier Portales, Juan Carlos Altavista, Gerardo Sofovich, Tato Bores y Juan Carlos Calabró.

Hablamos de Beatriz Salomón, Adriana Aguirre, Noemí Alan, Luisa Albinoni, Patricia Dal, Sandra Smith, Naamin Timoyko, Silvia Peyrou, Mimí Pons y Pata Villanueva, entre otras actrices a las que José María Muscari reunió para hacer "Extinguidas", una obra que aborda aspectos profundos de estas mujeres que inscribieron con letras de oro sus nombres en el espectáculo argentino. Están en gira nacional. En ese marco, este viernes 26 llegarán a Santiago para presentarse, a las 22, en el teatro 25 de Mayo.

Antes de su arribo, Beatriz Raquel Salomón concedió una entrevista exclusiva a EL LIBERAL.

¿Cómo vives este presente artístico con "Extinguidas"?

Lo vivo con intensidad y alegría. Estoy muy contenta porque estamos trabajando muy bien en equipo y con una gran historia que tiene esta obra de José María Muscari. Estoy muy feliz por el éxito que estamos logrando desde que arrancamos el año pasado, en el teatro Regina (Buenos Aires), hasta el día de hoy en nuestras actuaciones a lo largo y ancho del país. Trabajamos con un lleno total en cada sala donde nos presentamos. Veinticinco días estuvimos en el sur. Luego estuvimos en Orán, Salta, Jujuy, Tucumán, Misiones y el viernes 26 estaremos en Santiago del Estero. Nos va súper maravilloso.

La palabra "Extinguida" es un juego de palabras de Muscari para hablar de una época y no sólo de ustedes.

"Extinguidas" no es porque nosotras estamos grandes, olvidadas, en el ostracismo y somos actrices de los 80, sino porque recordamos otra época, como era la televisión. Muscari, en esta bellísima obra, también habla de códigos y valores que hoy se perdieron no solamente en la televisión sino también en la sociedad. Es una comedia hermosa, divertida y familiar. En la mitad de la función, cada una de nosotras, hace un monólogo, son contundentes y emocionantes. La gente se ríe, pero a la hora en que hacemos nuestros monólogos, acompaña con su silencio respetuoso y podemos observar como que una lágrima se escapa. Hablamos de las cosas que hemos vivido y que se ha visto en televisión y otras cosas que nunca fueron contadas. La ropa que lucimos es muy glamorosa como toda la puesta en escena. Muscari hace un raconto de todas las cosas lindísimas de los años 80 y 90. Hay momentos de risa, canto y para reflexionar. La obra es imperdible.