Oscar Martínez, por partida doble en el cine

Ya tiene en cartelera "Inseparables" junto a Rodrigo de la Serna, y tras muchos años en los que la pantalla grande le fue esquivo, desde Relatos Salvajes mantiene una continuidad que termina haciendo que su público se divida para verlo interpretando a un cuadripléjico millonario y a un Premio Nóbel de Literatura, en dos historias distintas que ofrece el cine.

Mucho tiempo ha pasado desde las primeras incursiones de Oscar Martínez en la pantalla grande, a comienzos de los 70. Y el próximo 8 de septiembre, el actor sumará una hazaña en su exitosa carrera : tendrá dos buenas películas conviviendo en cartelera. La primera de ellas, "Inseparables", que en Santiago del Estero se exhibe en el Cine Teatro Renzi, de La Banda; y la segunda, "El ciudadano ilustre", aún no estrenada, que viene haciendo ruido desde hace tiempo.

Precisamente la película de Mariano Cohn y Gastón Duprat que debutará en cartelera el próximo 8 de septiembre pasará previamente por la competencia oficial del 63º Festival de Venecia, adonde también llegará "Inseparables", pero en una sección paralela.

En "El ciudadano ilustre", Martínez interpreta a Daniel Mantovani, un escritor argentino radicado en Europa desde hace más de tres décadas que, tras ganar el premio Nobel de Literatura, regresa a su pueblo natal para ser condecorado. Pero su llegada al lugar desencadenará una serie de situaciones que le harán entender que, tal como reza el dicho, "nadie es profeta en su tierra".

La calidez pueblerina desaparece al mismo tiempo que las controversias se multiplican, llegando a un punto sin retorno que revela dos formas irreconciliables de ver el mundo.

"Mantovani se fue hace cuarenta años de su pueblo y el Nobel lo convirtió en una celebridad, una suerte de estatua viviente. Entre las millones de invitaciones que recibe, le llega una de su pueblo, donde lo quieren declarar ciudadano ilustre. La película muestra lo que pasa cuando él vuelve. Pasan de amarlo a demonizarlo, lo convirtieron en el enemigo cuando vieron que su narrativa se nutría de las historias del pueblo. Pero esta historia tiene una vuelta de tuerca", adelantó su protagonista.

Hasta su participación en Relatos Salvajes, la continuidad en el cine le era esquiva a Martínez, lo cual, según contó logró revertirse después de sus 60 años.

"Había hecho cine, pero no lograba ser convocado con continuidad. Me fue muy bien con El nido vacío, gané el premio a Mejor Actor en San Sebastián, pero después de eso y hasta Relatos... tuve pocas ofertas y no me seducían. Después de Relatos sí, viene la seguidilla: El espejo de los otros, La patota, Kóblic, Inseparables, El ciudadano ilustre. Afortunadamente ocurrió lo que yo quería, y con proyectos interesantes y directores jóvenes, y eso es muy gratificante", dijo hace poco a la prensa argentina.

Ir a la nota original

MÁS NOTICIAS