Poema de Adriana Cecilia Congiu
Un mundo de sospechas
Llegado el momento
las fantasías lo habían
cubierto todo.
Cada milímetro de la casa
estaba cubierto de
teorías inventadas!!
Con formatos extraños
o conocidos -eso poco
importabala
maraña avanzaba,
envolviéndose en el interior,
girando sobre sí misma…
sin atreverse a pasar
los umbrales delgados
de los labios.
Impresiona ver a la
enredadera tupida
adherida, prendida,
pegoteada a esas paredes viejas…
por no salir.
Como si el Gran Peligro
germinara de los sonidos…
Los días se hicieron viejos,
la enredadera dejó su verde,
afinó sus hojas y
comenzó a secarse poco
a poco.
Y un día
la casa de la infancia
se abrigó de telarañas.
Todas grises,
y brillantes….
Frondosos pensadores,
las enredaderas crecen
en los jardines
de las casas.