BAJO HONDO, MORENO

Denuncian al dueño gaseosas Manaos por destrozos en asentamiento indígena

El Movimiento Campesino (Mocase) denunció que los agresores actuaron armados, que envenenaron el pozo de agua, mataron animales, le prendieron fuego a un galpón y un vehículo. Un poblador herido.

Un poblador herido, un galpón y camioneta incendiados, cuatro animales muertos a tiros y un pozo de agua envenenado, habrían sido el resultado de un grave incidente que estalló en la mañana de este sábado en Bajo Hondo, departamento Moreno, y que siete familias indígenas atribuyen a grupos armados contratados por el empresario Orlando Canido, dueño de la firma Manaos con el que los denunciantes mantienen un largo litigio por la poseción de tierras en esa localidad.

Así lo reveló anoche a EL LIBERAL Margarita Campos, de Prensa del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) y María José Venancio, miembro del equipo jurídico del Mocase vía campesina.

Te recomendamos: "La historia poco conocida del dueño de Manaos"

La región Bajo Hondo se sitúa a 80 kilómetros al este de Quimilí y a 200 de la capital santiagueña. De acuerdo con la denuncia policial y ante la Justicia del Crimen, alrededor de 40 sujetos habrían destruido el alambrado de un predio de 4.000 hectáreas, y habrían ingresado. ‘La gente vive de la cría de animales; esto es, cabras, vacas, cerdos. Todo fue rápido. Después del desastre, se fueron en sus vehículos’, detalló Margarita Gómez.

Conflicto por la tierra

Desde diciembre del año pasado, Canido enfrentaría un conflicto con varias familias, de las 60 que sostienen ser poseedoras legítimas de las tierras. En medio de un clima enrarecido, en la víspera un grupo armado habría copado la entrada al predio, evitando ser divisado por un cordón policial asignado al perímetro. Ya dentro del campo, ‘rompieron la carpa, envenenaron el pozo de agua, dañaron la radio policial, para evitar que la gente pidiese ayuda. Fue quemada una camioneta de un vecino de apellido Hoyos.

También, un galpón comunitario’, relató Gómez. "No fue todo. También estas personas atropellaron a un compañero; en medio de las corridas y la desesperación, dispararon en la pierna a Pedro Campos, de 46 años, vecino del pueblo’.

Anoche, en solidaridad, representantes de otras comunidades arribaban a la región para colaborar con las familias damnificadas: también para contribuir a arreglar el alambrado y recuperar las vacas que durante el incendio huyeron del campo.

Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS