"Muchas chicas santiagueñas mezclan vodka con speed y marihuana"
Así lo aseguró el pastor Antonio Zaiek, de la fundación Piedras Vivas, entidad que trabaja en la rehabilitación de adictos. Afirma que la adicción en las jovencitas creció un 200 por ciento en los últimos años.
Las adicciones son un flagelo que avanza en todo el país. Lo que antes era un problema que se presentaba en situaciones aisladas, hoy se ha convertido en un drama social que parece no tener límites, según indican quienes se dedican al trabajo en este sentido. En medio de la problemática existe un punto que causa conmoción y sorpresa: el consumo de sustancias prohibidas ya no es solo un problema de adultos ni de hombres.
Hoy, los especialistas de la salud y referentes de instituciones que luchan contra la problemática se muestran preocupados por el alcance que logró en los últimos años, y aseguran que en la actualidad hay muchas más mujeres (en su mayoría adolescentes y jóvenes) que han caído en el flagelo. "Lamentablemente creció el consumo en Santiago del Estero. Estamos hablando de un incremento de más del 200 por ciento del consumo de drogas y alcohol en las adolescentes y jóvenes; también en varones, pero sorprende aún más en situaciones de las mujeres. Son estadísticas que se manejan a nivel de la Universidad Católica Argentina, y Santiago está en esas cifras.
Generalmente hoy vemos que de 100 chicos adictos, 80 son mujeres", expresó Zaiek, en diálogo con EL LIBERAL. Y agregó: "Las santiagueñas consumen vodka mezclado con speed y mucha marihuana. Es muy común ver esta adicción en la actualidad. Seis de cada diez chicos consume porro y alcohol y de ese porcentaje, la mayoría son mujeres. Esto está poniendo en riesgo a los adolescentes". El referente de Piedras Vivas informó además que, "también creció entre las mujeres el consumo de pastillas, rivotril por ejemplo, a las que las mezclan con bebidas alcohólicas". "Esta mezcla es un combo mortal dentro de esta persona.
Y lamentablemente son las personas más difíciles de tratar porque no aceptan su adicción como tal. Ellas mismas se convencen de que toman pastillas para dormir, que toman alcohol en forma social, y no admiten que el combo es muy perjudicial", expresó. La adicción a sustancias prohibidas es un drama que no distingue clases sociales: "Tenemos pacientes en rehabilitación de la mayoría de los colegios de Santiago, públicos y privados". Finalmente Zaiek se refirió a las consecuencias: "El hombre cuando tiene necesidad de consumir y no cuenta con el dinero para proveerse de sustancias, saldrá a robar. Sin embargo la mujer, ante la necesidad, se prostituirá o terminará teniendo relaciones con personas ocasionales.
En la rehabilitación de las mujeres, vemos que tienen muy dañada su imagen y autoestima. Se sienten muy sucias, que están condenadas a ser siempre iguales. Además, las consecuencias son múltiples, pueden quedar embarazadas, contagiarse del Virus del Papiloma Humano u otras enfermedades de transmisión sexual, pueden contraer sida, que hoy es impresionante la cantidad de santiagueños que la padecen; hay chicas con órganos reproductivos dañados, con herpes, abortos".