La Justicia revocaría las cautelares y se vendrían graves sanciones a 20 medios tucumanos
Habían sido "blindados" de manera improcedente contra impuestos y controles, merced a fallos de los ex jueces Tarchini Saavedra y Martínez Llanos. Hoy se impondría el cese de esas resoluciones.
La Justicia "derribaría hoy el muro" edificado en torno a una veintena de medios tucumanos, despojándolos de las prerrogativas especiales conferidas de manera improcedente por dos ex jueces santiagueños.
El juez Darío Alarcón sepultaría las cautelares otorgadas por los ex jueces Tarchini Saavedra y Martínez Llanos. El planteo será en respuesta al recurso elevado por el apoderado de la Procuración del Tesoro de la Nación, José Luis Buxeda.
Además de cuantificar la sobreabundancia de cautelares en los dos detenidos, Buxeda alertó sobre la sugestiva injerencia en un ámbito federal.
A contramano
Contra toda corriente legal que dudaba de su competencia y jurisdicción, el dúo de exjueces había "blindado" a una veintena de medios tucumanos.
Con Pericás incluido en el grupo de beneficiarios, en la práctica las cautelares impedían cualquier control de los órganos respectivos.
Otra característica no menos trascendente. Los ex jueces habían impermeabilizado a los medios contra todo pago de impuestos.
Así, durante largos meses, éstos trabajaron con total protección, sin que sus números y "legalidad" operativa estuviesen al alcance de cualquier control.
Lo que se vendría
De hecho, al abandonar Tribunales, Buxeda adelantó a los periodistas lo que se precipitaría, de cesar las medidas cautelares.
En primer lugar, las inspecciones correspondientes y el pago de los impuestos.
Asimismo, los órganos respectivos replantearían si los titulares reúnen los requisitos, previstos por ley.
El panorama asomaría dudoso y, por ende, más que imprevisible.
Justamente, allí se habría sustentado el fuerte de las cautelares cuestionadas a los ex magistrados.
Entre los protegidos, había comerciantes y empresarios con embargos, órdenes de secuestros, insolventes y hasta uno legalmente fallecido.