Los Manseros vuelven al Rex con Jairo
La primera función la realizaron a sala llena. Lo mismo sucederá esta noche cuando presenten su disco "Corazón de Manseros". Homenajes a Leocadio del Carmen Torres y Guillermo "Fatiga" Reynoso. Emociones y sensaciones al lograr vencer al coloso porteño.
" Los Manseros Santiagueños" tuvieron un debut extraordinario en el Teatro Gran Rex, el coloso de los espectáculos ubicado sobre la porteñísima Avenida Corrientes.
El corazón de miles de almas latieron al ritmo de cada tema que interpretaron, como también se emocionaron con los homenajes a Leocadio del Carmen Torres y Guillermo "Fatiga" Reynoso.
Hoy, a las 20, será la segunda función y con un invitado de lujo, el cordobés Jairo. Y en esa ma gnífica primera noche, "Los Manseros" entregaron su corazón al cantar cada uno de los temas que forman parte de "Corazón Mansero", su último disco. Un concierto fantástico con amplios matices.
El joven que llega con su padre tapándole los ojos hasta la puerta. La señora que trajo a su hija para que conozca a sus ídolos. Las tres generaciones que se sacan una sefie (los hijos de "Fatiga", "Alito" y el "Negro"). Y estuvieron los chicos que jamás se criaron en un patio de tierra, pero se saben todas las canciones y no dejan de cantar en toda la noche.
El jefe de la sala que habla con el pibe de rastas del reciente CD. Y en esa amplia gama, estuvieron los periodistas de rock que pidieron entusiasmados la lista de temas. La hija de "Fatiga" que recuerda su madrina Suma Paz y su padrino el "tata Leocadio". El orgullo en las canciones de Martin Reynoso y sus hermanos. La emoción de Onofre y esa voz de quebracho que lo talan las ausencias. La morena esperanza de Florencia Paz, la danza de su hermana Irak Paz y los nuevos temas de Marcelo Toledo.
Tributos
El homenaje a "Fatiga" y el recuerdo de Leocadio, las lagrimas en la garganta de Martín Paz, hijo de Onofre, profundizaron esa emoción a flor de piel. Las chacareras como curitas al alma para el que la ciudad le duele. Los cánticos, el público bañado de nostalgia, le dieron una identidad a este show. El locutor y Soledad contándole a la gente que no sabe, que así es el otro país. La belleza de lo simple. Santiago es "una comarca embrujada", decía don Atahualpa Yupanqui. Y no se equivocó en absoluto don Héctor Roberto Chavero, nombre real de don Ata. Es cierto: "Las penas se van cantando y las lagrimas bailando" y ser Mansero tiene ese no sé que te estruja el alma. Y hoy volverá a suceder lo mismo. "Los Manseros " s e adueñaron del Gran Rex, un teatro desafiante para cualquier artista.
Santiagueños de pura cepa como son, vencieron al monstruo y llevaron el campo a la ciudad, como en su momento supo hacerlo don Andrés Chazarreta en el entonces teatro Politeama.