MONSEÑOR VICENTE BOKALIC

"Seamos misericordiosos porque en nuestra patria también hay hambre de paz y de justicia"

La festividad central en honor a la patrona de la provincia tuvo lugar ayer en el histórico santuario de Sumampa Viejo ante miles de fieles devotos de todo el país. Mensaje de profundo contenido social del obispo.

SUMAMPA (enviados especiales) Durante su mensaje en la misa central por la festividad patronal de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, el obispo diocesano monseñor Vicente Bokalic invitó a los fieles a ser misericordiosos con nuestros hermanos que hoy están sufriendo necesidades.

"También aquí, en nuestra patria, hay hambre de pan, de justicia, de que los bienes sean mejor repartidos", acentuó el obispo en uno de los pasajes principales de su homilía, recordando los conceptos del papa Francisco quien dijo que "hay muchos niños con hambre y necesidades en todo el mundo".

Bokalic presidió ayer por la tarde la misa con la que se clausuraron los festejos patronales que comenzaron el lunes en el santuario de la Virgen, por el que pasaron en las últimas horas más de 30 mil personas, según estimaron los organizadores.

Conversión

"El Papa dice que hay muchos niños con hambre y necesidades, lo dice para el mundo, pero lo podemos aplicar a nuestra patria. También aquí hay hambre, de pan, de justicia, de que los bienes sean mejor repartidos, en tiempos en que algunos acumulan tantas riquezas, tienen que convertirse y ver el sufrimiento de sus hermanos, porque hay personas que siguen emigrando en búsqueda de una vida mejor. Emigran de los campos, porque no hay horizontes. Dejan sus tierras porque no tienen pan ni pueden llegar a una vida mejor. Y para eso se necesita consuelo", enfatizó el prelado.

Más adelante consideró que "en estos días nos sentimos pobres, basureados, inseguros, bastardeados, dolidos, porque el sufrimiento ha golpeado nuestras familias y tantas cosas más. ¡Cómo necesitamos del consuelo y de Dios! Necesitamos venir acá y mirar a esa virgencita con su niño en brazos y decirle Virgen María danos el consuelo para ser nosotros consoladores e instrumentos de Dios".

Misericordia

"Dios quiere ser a través de nuestros ojos, de nuestros labios, de nuestros pasos y de nuestro corazón. Porque debemos ser conscientes que hay muchos caídos, muchos jóvenes y niños, hay muchos que padecen hambre, frío, soledad, desamparo, no tienen calor de hogar. Necesitamos mirarnos y la misericordia nos ayuda con eso", insistió.

"Hoy venimos a hacer este acto de fe, aquí delante de esa mujer que vivió de la misericordia. Creemos en este Dios que le gusta perdonar, que le gusta hacerse ver a través de Jesús para acercarse a nosotros. Especialmente cuando estamos caídos, desalentados, cuando nos creíamos poderosos y en realidad hemos caído en las garras del mal y nos hemos embarrado de odio, egoísmo, de rencor", reflexionó.

En este sentido dijo que "ese Dios nos espera siempre, no para echarnos en cara nuestras faltas y pecados sino atraernos con su amor misericordioso porque solo el amor transforma la vida de las personas. No serán ni los retos, ni los golpes, ni las caras largas, no serán un montón de amenazas las que transformen el corazón de las personas. Tenemos que aprender esto. La tecnología de Dios es su bondad, no son las grandes declaraciones ni grandes proclamas".

Procesión y cierre

Luego de la misa que fue concelebrada por una veintena de sacerdotes de la Diócesis de Santiago del Estero, salió la procesión por las callecitas de la pequeña Villa de Sumampa Viejo, que fue seguida por miles de fieles, y que estuvo encabezada por las imágenes de Nuestra Señora de la Consolación y de la cruz milagrosa del Señor de Mailín, con la que se clausuraron los festejos.

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