Ideales

¡Buen día! “Tener un ideal es tener una razón para vivir”, escribió Hoornaert. Muchas vidas se arrastran porque falta el estímulo de una meta superior que invite a subir. Alguien dijo alguna vez que “ningún sueño puede estar por debajo de tu estatura. No es buen sueño el que no te obliga al esfuerzo de crecer para alcanzarlo”.

Claro que hay sueños y sueños. Como escuché en alguna parte, “en la vida sólo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría se roncan”... Y ya sabemos que toda persona debe estar bien despierta para que pueda realizar sus sueños.

Para realizar los sueños es preciso caminar. Y caminar mirando el cielo, porque “cuando miramos el cielo subimos”, dice Narosky.

Le acerco una breve página de René Trossero (“Pensar y vivir en libertad”), que puede resultarle útil:

“Hay ideales que nos ayudan a vivir y a crecer, porque nos acercan a lo mejor de nosotros mismos, y hay ideales que nos paralizan, porque nos hacen correr tras espejismos inalcanzables.

Un verdadero ideal nunca se alcanza plenamente, pero ayuda a caminar toda la vida.

Vivir sin un ideal es como vivir sin sentido y caminar sin metas.

No te sientas culpable por no hacer alcanzado la meta de tu ideal. Siéntate culpable si no tiene un ideal que te permita estar en camino. Si no tienes un ideal ¿para qué quieres prolongar tu duración en la vida? ¿O es que te conformas con durar más tiempo, aunque no sepas para qué?

Si en tu ideal no entran los otros, revísalo, porque sin amor no te realizarás tú mismo.

Muchos hombres corren toda la vida para tener cosas, porque no saben qué quieren hacer. ¿Y tú, lo sabes? Las especies animales evolucionan hacia nuevas modalidades, pero nunca serán más animales. El hombre aspira a ser más humano y por eso es el único animal con ideales”.

Como broche , una idea espigada ahí: “El espíritu ha sido hecho para las grandes hazañas, no para los pequeños inconvenientes”...