PRÓFUGO

Falló al intentar matar a su ex a tiros y recurrió a un bidón con nafta

En el primer ataque, abrió fuego "cara a cara". La mujer se salvó de milagro. El plomo le rozó el rostro. Ayer apareció con un bidón lleno de nafta.

Despojado de toda sensatez, un individuo por poco no mató a su ex a balazos. Pero volvió a la carga, y esta vez con varios litros de nafta.

De acuerdo con la investigación que timonea el fiscal Sebastián Robles (foto), ella es de apellido Villarreal y él, López.

Padres de un niño, tiempo atrás la relación llegó a su fin y desde entonces el sujeto se habría empecinado hacer la vida imposible a la mujer.

Anteanoche, a las 23.30, Villarreal descendió de su motocicleta en Absalón Rojas y Alvear, a metros de Jefatura y tribunales.

Persecución

López también llegó en su motovehículo.

Cero diálogo constructivo, él habría extraído un revólver y disparó a quemarropa contra ella.

Por fortuna, el violento falló en su intento y la mujer logró escapar mientras escuchaba dos estampidos más.

Sobrevino la denuncia policial, con lujo de detalles y una acabada descripción de López y el amigo que lo acompañaba en moto.

Lejos de correr presuroso a esconderse, López intentaría una vez más matar a su ex mujer.

Acto II

Ayer, a media mañana, López hizo nuevamente su aparición, pero esta vez munido de un bidón repleto de nafta.

Así se desprende de la segunda denuncia de Villarreal, en el sur.

Al parecer, López se presentó con un bidón y combustible, empecinado en quemarle la casa, obviamente con ella dentro.

El escándalo en el Bº Almirante Brown también alteró la paz de los vecinos, ajenos por completo al conflicto entre Villarreal y López.

Otra vez, Robles exhortó a la policía a aprehender urgente al sujeto, quien se escabulló del sur, pero sin desprenderse del bidón con nafta.

Violencia

En su presentación, la mujer habría manifestado que López acostumbra solucionar todo con violencia.

Es más, le habría prometido que su historia sólo terminaría con ella varios metros bajo tierra.

Desde esa locura más que previsible, los policías anoche lo buscaban en su casa y en la de sus amigos, a fin de que pasara la noche en un calabozo.

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