PERSPECTIVA

Inflación a la mitad de 2016, más presión tributaria y el desafío de bajar el gasto, las claves del año

Mientras la inflación acumulada de enero y febrero podría ubicarse por arriba del 1,5 por ciento mensual que el Gobierno fijó como meta para el período, diferentes economistas consultados por EL LIBERAL coincidieron en señalar que si bien la suba de precios será difícil de equiparar a la pauta oficial del Banco Central que la colocó entre 13 y 17% para todo este año, también afirmaron que la inflación esperada se ubicará al menos por la mitad de la del año pasado, que se ubicó por encima del 40%.

En tanto, los analistas también cuestionaron en su mayoría, la situación del gasto público el que estiman no dejará de crecer en este año electoral pero que a su vez, estiman, será cubierto por el blanqueo que impulsó el gobierno nacional y que le brindará hasta el 31 de marzo, mayores réditos a los ya logrados.

De acuerdo con las proyecciones de diferentes consultoras, la inflación de enero se ubicaría en torno del 1,7 al 1,8 por ciento, en tanto la de febrero podría trepar al 2 por ciento, lo que dejaría al Gobierno con un margen de una inflación no superior al 1,2 por ciento mensual promedio para el resto del año si es que quiere cumplir con la meta del 17 por ciento para todo 2017.

Pero por otro lado, la inflación del primer bimestre sería menos de la mitad de la del mismo lapso de 2016, de lo que se desprende que la tasa interanual bajaría a un nivel inferior al 40 por ciento por primera vez en diez meses.

Para Orlando Ferreres, del estudio OJF y Asociados, en diálogo con EL LIBERAL, señaló que “la pauta de inflación de entre el 13 y 17% es un poco optimista, porque va a haber meses de 3,5 a 4% y otros de 1,2%, pero no hay que asustarse por un mes de una inflación alta porque al mes siguiente, puede dar un valor muy menor. No es un factor que se realimente. Nosotros calculamos entre 20 y 21% la inflación para este año. Y está bien porque el año pasado fue de un 41%, por eso la mitad este año es un número muy apropiado, va a estar por arriba de lo previsto, pero no va a dar 30%”, indicó.

A su vez, al ser consultado sobre la situación del déficit fiscal, es decir el mantenimiento de un gasto público por encima de las posibilidades de ingresos del gobierno, señaló que “al Gobierno lo ayuda en el déficit fiscal el blanqueo de ahorros que hasta ahora rindió más de $100 mil millones y hasta el 31 de marzo puede llegar a los $150 mil millones, esa es plata que es el aval de Macri, porque es el blanqueo más grande del mundo que se está realizando de una sola vez y va a traer un gran alivio al déficit”.

En este sentido, señaló que “el blanqueo es un 10% para el Estado con lo cual si son 100 mil o 150 mil millones, quedan unos 12 mil millones de recaudación que es mucho dinero y eso baja el déficit pero por supuesto que hay que bajar el gasto público, aunque el blanqueo ayuda a que este pueda ser un año para superar sin sobresaltos”.

 

Aldo Abram

Para el economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso en diálogo con EL LIBERAL, señaló con respecto de la inflación que “estamos por debajo del 20% anual y para ir a una de 17% o menos hay que ir a una de 1,3%. Es muy probable que esa meta esté cerca en el primer semestre. Pero es medio complicado lo que hace mucha gente de apostar en contra de cumplir la meta del 17% y se olvidan que el Banco Central es independiente, que tiene los instrumentos para cumplir con el 17% y esa meta tiene sentido en tanto se la ponga”.

Destacó que “al final de este año pueden pasar dos cosas, que no se cumplan las metas de inflación, se pasan a otro tipo de metas o a no tener metas. O la otra, renuncia el presidente del BCRA y asume alguien a quien la gente le crea que el año que viene va a cumplir con las metas de inflación. No lo veo a Sturzenegger suicidándose, por eso tiendo a pensar que la inflación va a estar por debajo del 17%”.

Consultado sobre qué sucedería ante otras decisiones como paritarias o la situación fiscal que puedan ir por encima de ese porcentaje, señaló que “el costo que pagamos por un Estado muy grande, es muy alto”.

En este sentido, cuestionó que el gran problema es el déficit fiscal de un gobierno que no hace todo lo suficiente para reducirlo. “El déficit primario del estado con el blanqueo son 4,6 puntos porcentuales, 0,5% puntos menos de déficit primario comparado con el 5,1% de 2015 y si le saca el blanqueo, se está muy por arriba del déficit primario del 2015. El Gobierno bajó el gasto primario en 2016 un 0,6% y con la baja de subsidios al sector privado, el ajuste privado fue de 0,8%. El gasto de la política creció, con lo cual el ajuste del sector privado fue mucho mayor aún”.

Abram, puntualizó que para este año “se espera más de lo mismo”. Destacó que en el presupuesto se anotó una baja del déficit primario a 4,2%, “porque no van a bajar el subsidio al sector privado pero con un aumento de la presión tributaria que es insostenible, es una carga excesivamente grande, un argentino que paga impuestos trabaja más de la mitad de un mes para el Estado”, indicó.

El economista, cuestionó con dureza el gasto público. “Contra una inflación que va a ser del 17% o menos porque está así en el presupuesto, ellos aumentan el gasto un 22%. Ellos (El Gobierno) se la pasan diciendo vamos a bajar la presión tributaria y luego la suben”, indicó.

Desde su óptica, “este año lo único que espero es si se va a cumplir con el presupuesto, no espero más que eso. Vamos a tener más presión tributaria, esperemos que Dujovne este año lo aproveche para estudiar y armar un proyecto de reforma del Estado porque esto no cierra”.

Destacó en este sentido que ”no sólo tenemos un gobierno muy pesado, tremendo, obeso, que no puede moverse, sino que es inútil justamente. Es un Estado inútil para los ciudadanos. El Estado argentino está diseñado hoy para los políticos no para los ciudadanos. Tenemos un Estado con 5 personas que hacen lo mismo, de esas 5 una trabaja y el resto está haciendo política. A nadie se le ocurre esto, salvo haciendo política. Cuando se plantea un Estado así, el hecho de cortar aquí o alla, no funciona”.

Señaló que en vez de comenzar recortes por lugares que al final podrían resultar siendo útiles, “lo que hay que decir es ir al revés y este año debería ser para eso: Qué tiene que tener el Estado para serle útil a la gente. Qué estructura tiene que tener. Por otro lado, es importante otra cosa: Que podamos pagar ese Estado y ahí entra la presión tributaria. Qué podemos pagar y qué estado tenemos que tener. A partir de ahí, ver la forma de llegar a tener ese Estado que seguramente no va a ser con 23 ministerios, sino mucho más chico”.l

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