Poemas de Alfonso Nassif

Canto al quebracho

Quebracho... padre del monte,

hijo de la tierra mía,

vida de la flora nuestra...

¡Ay!, cuánto vale tu vida!

Síntesis de una epopeya.

Soldado de mil vigilias.

Yo sé por qué los tambores

de las hachas no te olvidan.

El acero vegetal

que en tus entrañas palpita

está templado con soles,

huracanes y codicias.

¡oro rojo! ¡Sangre nuestra!

¡Sangre de mi tierra herida!

Orfebres manos morenas

te tallarán sus desdichas.

Manos que no son culpables,

hachas sin alma homicida.

Otro es el viento que lleva

la sangre, el sudor y el clima.

... Serás poste de alambrado

en tierras desconocidas

y habrá un sol reforestado

en la intemperie de astillas.

Hoy yo vengo a acariciarte,

verte de abajo hasta arriba

ydescolgar lasestrellas

que entre tus gajos titilan.

Épico castillo triste

de hojas, garra, sombra y fibra...

Sabes que estás condenado

le has confesado a las brisas...

¡Épico baluarte insigne!

¡Vetusta atalaya lírica!

Sin ti se queda el paisaje

exánime y de rodillas.

¡Quebracho! Solio perenne

de las ricas fantasías.

Vida de una flora muerta,

¡Ay, cuánto vale tu vida!

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