Dios o dinero

H ablaremos de un tema que el mundo no acepta o no quiere. Podemos servir a Dios sin dinero. Según los Evangelios y la enseñanza que la Iglesia Católica nos brinda. Sabemos que Dios ha creado el mundo y ha dado la posibilidad a los seres humanos de continuar la creación. Y el ser humano continúa la creación para hacer todo para trabajar, para tener lo que se necesita para vivir, para pensar que todo lo que tiene son seguridades. Entonces, hay muchas cosas que pueden pasar para que lleguemos a olvidar que Dios es el creador. Cuando pensamos de qué vamos a vivir, qué vamos a comer hay una dificultad para estar con Dios y en este mundo. “Jesús dijo que para entrar al reino de Dios tenemos que ser como niños”, Lucas 18.17-17. Necesitamos el tipo de fe que los niños tienen en sus padres y en proveer todas sus necesidades. Hemos encontrado que funciona. Nuestro Papá, Dios, es tan bueno que nos provee todo lo que necesitamos y mucho más cuando confiamos en Él y hacemos Su voluntad. Sabemos que el mundo entero se preocupa por lo que necesita para comer, beber y vestir. Pero Jesús dice que lo que distingue a sus creyentes de los de las demás religiones es que los cristianos no se preocupan por estas cosas, porque saben que su Padre Celestial ya sabe lo que ellos necesitan. En vez, trabajan en promover el reino de Dios y confían que Él proveerá sus necesidades. (Mateo 6:19-34) Jesús nos manda a no trabajar por la comida física, sino a trabajar para Él, quien nos dará comida eterna. (Juan 6:27) Llama a todos los que están cansados y agotados de sus trabajos a tomar su yugo para recibir el verdadero descanso. (Mateo 11:28- 30).Jesús llamó entonces, a no pensar que Dios, que ha creado al mundo puede abandonar a sus criaturas. Dios no podrá abandonarnos, siempre está a nuestro lado para que podamos llegar a dar testimonio de ese Dios. Primero hay que estar al servicio social, al servicio de nuestros hermanos. Cuántas veces miramos que la gente vive con violencia y olvidan la presencia de Dios. Debemos llegar a no apegarnos a lo material y no olvidar que Dios nos da la posibilidad de vivir, del hermano que sufre, y de esta manera despegarnos de la tristeza. Debemos ser libres de todo. No hay que pensar que por tener riqueza no se van a morir, porque la felicidad y la vida están en Dios y no en el dinero. Hay que vivir, hay que hacer fiestas, hay que disfrutar de las vacaciones. Vamos a seguir si somos seguidores de Cristo. Debemos hacer todo desde el corazón. Estar con Él. Depender de Él y vivir esa humildad. Así cuando demos testimonio digamos a Dios que he hecho todo para compartir con mis hermanos para darles la posibilidad a otras personas de vivir con dignidad. Debemos cumplir la voluntad de Dios primero. Dentro de nuestra Iglesia podemos llegar a equivocarnos y pensar que todo es material y no espiritual. Hoy se corre ese peligro, ese riesgo. Hay que buscar lo espiritual más que lo material. Hoy vamos a pedir a Jesús que nos ayude. Él tenía todo; tenía toda la riqueza pero ha dejado de lado todo para bajar a la condición humana, vivir la humildad y defendernos. Entonces, nuestra verdadera riqueza está en Cristo. Nuestra dignidad está en Cristo. Que Cristo nos ayude a vivir nuestra fe, nuestra confianza total en Dios, nuestra atención en Cristo. Ayúdanos Señor a ocuparnos en aquellos que sean para Tu gloria. A disfrutar el presente sin estar tan pendiente de lo que pueda ocurrir mañana. A mirar hacia el futuro. A vivir comprometido, pero sin ansiedad. A caminar ligero, pero sin prisa. A trabajar con empeño, pero sin nervios. A soñar con un futuro mejor, pero sin olvidar que podemos disfrutar el presente. A confiar en tus manos providentes, Señor. A no tener miedo al mañana, que me aguarda contigo, Señor, y me basta. Amén. l
Ir a la nota original

MÁS NOTICIAS