CAÓTICO

Santiagueños fuera de peligro y de regreso a la provincia contaron detalles del caótico show vivido

Desconcierto y gran desazón por el final inesperado, fue lo que sintieron los que viajaron hasta Olavarría para presenciar un show más del Indio Solari.

Recorrieron más de 1300 kilómetros con tal de ver a su ídolo. El predio rural La Colmena de la ciudad de Olavarría era una verdadera marea humana, y los santiagueños que hasta allí llegaron no querían dejar de ser parte del ‘pogo más grande del mundo’, como lo señalan los ‘ricoteros’.

‘Sabíamos que había mucha expectativa, pero nunca nos imaginamos que podía transformarse en una lentísima caravana de regreso a Santiago, y arriba del colectivo enterarnos de todo lo trágico que pasó’, relató Joaquín, del barrio San Fernando de la ciudad de La Banda.

Cuando Joaquín subió al colectivo y encendió su celular cerca de la madrugada, se encontró con cientos de mensajes de Whatsapp escrito por familiares y amigos, que preguntaban cómo se encontraba y si regresaba sano y salvo a Santiago.

Ahí fue cuando junto con otros pasajeros se enteró de lo sucedido, a pesar de que durante el show, era vox populi los incidentes.

‘Más lejos del escenario, veíamos que había familias enteras, niños en los hombros de sus padres, saltando alegremente con el teléfono celular captando todo. Era una locura’, comentó a EL LIBERAL.

‘Lo que no sabíamos durante el recital y cuando Solari retomó las canciones después del alboroto, era que los dos muertos ya estaban en el hospital’, explicó, al recordar que después del triste desenlace, ‘el Indio se fue sin saludar y eso me pareció extraño. Ahí nos dimos cuenta que estaba muy enojado con el público’, relató el joven bandeño.

Triste desenlace

Luis Rodríguez es propietario del sitio digital sderock, y como tantos otros santiagueños, viajó con un grupo de amigos en un vehículo particular y se encuentra ahora en Capital Federal y regresa recién hoy a la provincia.

"Al Indio lo sigo desde que es solista y haciendo la coberturas de sus recitales. Cuando llegamos al predio noté que este tenía cerca de 20 accesos. Entramos sobre la hora y prácticamente no había control de lo que cada uno portaba. La gente sólo mostraba la entrada en la mano y así éramos miles de personas ingresando al predio", relató Luis a EL LIBERAL.

"Como en cada show, era imposible estar cerca del escenario por el lógico amontonamiento que impedía que nos acercáramos. El recital, hasta que sucedió el problema, arrancó bien. Luego vimos las bengalas y las pirotecnias que se encendían libremente en el predio, cuando supuestamente está prohibido", contó, al recordar automáticamente el caso Cromañon.

"Como en todos los recitales que vi, no lo tomé para mal el alboroto, porque es algo que pasa en todos los shows", contó, sobre los casos de personas caídas en medio de los pogos, un paisaje habitual dentro de los recitales de rock.

"Esta vez evidentemente cayó mucha gente en medio de la avalancha y fue ahí cuando el Indio paró cerca de 15 minutos el show, y le informaron en medio del recital de lo que pasaba", comentó, al reconocer que el Indio en distintas ocasiones, hizo las advertencias para que no ocurra ningún desmán y se desarrolle el show en paz.

"Incluso tocó canciones un poco más tranquilas y evitó los temas clásicos de Los Redondos que generan más alboroto", acotó como detalle del show, del que muchos santiagueños no podrán olvidar.

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