El desesperado pedido del Indio Solari a sus seguidores no bastó: "Vayan para atrás, por favor"

Debió parar el show en varias ocasiones debido a las avalanchas. "Ya no tengo más ganas de tocar", se quejó entre uno de los parates. La fi scal Susana Alonso le tomó declaración testimonial en el hotel donde se hospedaba. Todavía no está imputado de ningún delito.

Habían pasado 24 minutos de show y todavía rebotaban las últimas notas del tema Ropa Sucia, clave en la mitología ricotera, cuando la voz de Indio Solari, ampliada en las 15 torres de sonido que cubrían la capacidad auditiva de las más 300 mil personas apretadas como en un feedlot humano, salió desesperada. "La gente de Defensa Civil, ¡¿dónde está?! Hay gente tirada en el suelo. Si siguen empujando así no vamos a terminar el show. Desgraciadamente se junta mucha gente y no se puede controlar. Paren un cachito, están pisando a gente que está borracha". Abajo eran 300 mil personas, la mayoría con una mezcla de ansiedad extrema, generada por la idea de que esa sería la última vez del Indio en vivo; y en el medio mucha cerveza, mucho fernet, y mucho barro. También, aunque más lejos del escenario, había familias enteras, niños en los hombros de sus padres, sesentones y adolescentes saltando alegremente con el teléfono celular captando todo. "Son siete tipos que están rompiendo las pelotas. Alguien tiene que ir a sacar a estos boludos", se refirió acerca de un grupo de personas que, visiblemente alcoholizados, se encontraban apretados contra las vallas de seguridad, con serio riesgo de ser lastimados. Lo que vino después de la frase desesperada de Solari ya no fue un recital. Había algo en el aire, en la voz del cantante y en los largos espacios entre tema y tema que hacían pensar en una situación más jodida que sólo gente borracha, según relató el periodista Fernando Soriano. Al ver que la situación no mejoraba, Solari solicitó que prendan las luces en el lugar y reclamó por la presencia de Defensa Civil, que contó con carpas al costado del lugar. A las 22.39, el Indio volvió al escenario y pidió a todos que se corrieran "dos metros para atrás" para dar espacio y que pudieran respirar. "¡Córranse un cachito que la están pisando!", clamó. Y luego volvió al tono paternal: "Tengan cuidado. Habíamos quedado en eso. Estuvimos hablando toda la semana que iba a venir mucha gente. Hay 200 y pico de mil personas y son diez por los que estamos teniendo quilombo". Su discurso se interrumpió de golpe, y el cantante, vestido con campera roja, le gritó a alguien: "Qué tiras pelotudo". A las 22.42 la banda volvió con los instrumentos. Entonces el Indio anunció que regresaban, que si no iba a ser peor (claro, todos suponían que si el show se suspendía la reacción iba a ser peor que la excitación). Y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado retomaron con "Héroes del whisky". A las 22.54 la banda volvió a dejar los instrumentos. Y el Indio otra vez aclaró que era "por 20 pelotudos". Seis minutos más tarde arrancaron de nuevo. Ya todo estaba muy frío. Pasó una hora y una decena de canciones, pero de alguna manera se sentía que la banda tenía el espíritu en otro lado. Ni siquiera Jijiji, la canción del pogo más grande del mundo, pudo recomponer el espíritu. El show terminó.

Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS