ICAÑO, AVELLANEDA

Lo juzgan por emboscar y asesinar a palos al nuevo novio de su exconcubina

Declaró en la víspera la mujer; confirmó la autoría material y señaló que su ex la amenazaba continuamente. "A través de mi hija me mandaba a decir que nos iba a matar a todos", señaló la testigo.

Tres camaristas juzgan desde ayer a un tabiquero detenido por asesinar con un palo a la nueva pareja de su exmujer, a quien previamente lo había emboscado cortándole el paso a su automóvil cerca de Icaño, departamento Avellaneda.

El juicio es ventilado en contra de Antonio Desiderio Acosta, de 45 años, quien el 19 de diciembre del 2014 ultimó a golpes en la cabeza al remisero Armando Chazarreta, de 48 años, novio de la ex concubina del primero, Lorena Villalba, de 34 años.

Villalba y Acosta habían sido concubinos durante 15 años. Tuvieron tres hijos: dos mujeres de 16 y 14 años y un varón, de 9.

Declaró Villalba

Ayer declaró Villalba y recreó aquel día.

"Fue horrible todo lo que pasó", señaló. "Yo estaba separada de Acosta; igual estaba en la casa con mis hijos. Inicié una nieva relación con Chazarreta. Estaba enamorada de él", ahondó. Esa tarde la víctima conducía un auto. Lo acompañaba Villalba, el padre de ésta y una de las hijas.

En un camino se encontraron con troncos de algarrobo que les impedían el paso. Villalba descendió a retirarlos. Del monte irrumpió Acosta.

Furia y sangre

"¿Qué tienes que meterte vos?", preguntó a Villalba. Armado con un palo se acercó al auto, mientras Chazarreta observaba desconcertado.

"Empezó a destrozar el parabrisas; Chazarreta bajó y Acosta empezó a correrlo con el palo. Chazarreta cayó y Acosta se le fue encima y lo golpeó en la cabeza", declaró la mujer.

Chazarreta quedó tendido e inconsciente. La mujer lo trasladó al hospital de Colonia Dora y desde allí lo derivaron al Regional de la capital. Murió cuatro días después.

Prófugo

Durante largas horas Acosta estuvo escondido en el monte, pero cayó detenido acusado de "homicidio simple", se supo.

Por ahora, la defensa prefirió que Acosta no declarara, pero no descartó que lo hiciera hoy o mañana.

El entorno deslizó que aún sin margen de dudas favorables, la defensa intentará atenuar la culpa alegando emoción violenta por supuesta infidelidad.

Hoy los jueces tienen previsto escuchar a cerca de una decena de testigos y el jueves, los alegatos.

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