Se entregó la monja acusada de ser cómplice de abuso sexual
Se cree que la religiosa "estudiaba" a los pequeño más sumisos para determinar cuál será la próxima víctima.
Kosaka Kumiko, la monja japonesa que se encontraba prófuga desde el 31 de marzo, se entregó en Buenos Aires. La religiosa está acusada de ser cómplice en los abusos sexuales a los que eran sometidos los chicos del instituto religioso Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.
La monja fue señalada por una adolescente de 17 años, quien habría sufrido los abusos cuando tenía apenas 5 años. Según su testimonio, la religiosa le colocó un pañal para detener la hermorragia causada por la violación.
Se cree que Kumiko "tanteaba" a los niños para descubrir a los más sumisos, quienes luego serían abusados. Hasta el momento hay dos curas y tres administrativos detenidos.