PASOS HACIA LA ENFERMEDAD

El sedentarismo y la mala alimentación influyen en el desarrollo de la patología

Los exámenes deberían ser una práctica rutinaria, como revisar el carné de vacunas, ver la garganta o controlar el peso y la talla. Al ser una patología asintomática, es la única manera de detectar el problema. La hipertensión arterial en los niños, sobre todo mayores de 10 años, se encuentra estrechamente relacionada con el estilo de vida. Es así como el sedentarismo (niños que ven TV todo el día o están acostados en la cama con el celular) o la mala alimentación (comidas ricas en azúcares, grasas y sodio) son grandes condicionantes para el desarrollo de la enfermedad.

"Datos científicos demuestran que padecer hipertensión en la infancia conduce a adultos con enfermedades cardiovasculares si la enfermedad se hace crónica y no se la corrige. Los órganos que se ven afectados con mayor frecuencia son el corazón, los riñones, el cerebro y la retina. Niños con cifras elevadas de presión arterial tienen más riesgo de convertirse en adultos hipertensos", sostuvo el Dr. Ángel Muratore.

Y agregó: "Rara vez los niños requieren medicación, pero sí se deben tratar las causas primarias que llevaron a la hipertensión, como ser las patologías renales de base. También es fundamental cambiar hábitos de vida, comer mejor y más sano, bajar de peso y realizar actividades físicas. La obesidad infantil es un factor que predispone adultos hipertensos y diabéticos. Es una buena práctica cocinar con poca sal y no llevar el salero a la mesa".

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