Poesía intimista y universal

El nuevo poemario del santiagueño Andrés Navarro titulado “Historia Universal de Santiago del Estero” (Editorial Nudista) promete mucho entre las nuevas propuestas que acercan los jóvenes escritores.

Este miércoles 19 desde las 20, en Utopía Libros y Café, el poeta y miembro de la Editorial Larvas Marcianas, Claudio Rojo Cesca y el editor de Nudista, Martín Maigua, dialogarán con el autor sobre este nuevo trabajo literario. “La percepción corrosiva de Andrés Navarro en estos poemas, mapea un territorio por donde desfilan frikis. Un lugar que se ajusta con exactitud a la ridiculez de la pobre poesía y sus caretajes místicos, a la espectralidad que conecta y sacrifica las caras, a lo que revelan las sombras sobre uno mismo, a lo que se rebela contra uno en el cuerpo enfermo y, finalmente, a la parálisis. En este libro la poesía hinca fuerte el pie para marcar un ritmo andariego, pisoteador y decidido. Ese ritmo que pisa y transforma es capaz de hallar tesoros en la continuidad del espanto”, describió Juan Manuel Díaz Pas sobre la “Historia Universal de Santiago del Estero”. Navarro, explicó a EL LIBERAL su nueva producción que estará al alcance de los santiagueños, y porque no, del país. ¿A qué responde la elección del nombre “Historia Universal de Santiago del Estero”? -En principio es el título de uno de los poemas de libro. Explicar el sentido sería proponer mi sentido y eso puede condicionar la lectura. Prefiero que quien lea el libro decida de qué se trata. ¿Qué importancia le asignas a este trabajo más voluminoso comparado a tus anteriores publicaciones en formatos más chicos? -Pienso a mis publicaciones como un continuo donde voy aprendiendo en cada formato. Empecé publicando tres poemas en una hoja A4 doblada. Pero este libro supone un punto de inflexión, porque aquí yo me dediqué solo a preparar el libro que tenía ganas de hacer. Luego el editor me propone publicar el libro. Tarea que la realiza íntegramente la editorial. ¿Hay una nueva corriente estilística en la poesía joven de Santiago? -Se está escribiendo en concordancia con la época. Los más jóvenes arrancan a escribir con lecturas atravesadas por lo tecnológico. Y esto supone, en un punto más extremo, una escritura de lo inmediato, del presente. Lo interesante es que, cuando esto no queda solo a nivel de lo virtual, se producen encuentros. Por ejemplo en los festivales, donde se puede entrar en contacto con escritores de distintos puntos del país. Actualmente, desde Santiago, hay un contacto e intercambio cada vez más fluido con escritores del NOA. Y esto suma mucho. ¿También cambian los modos de leer? -Pienso que sí. Cambian los modos y los ritmos de vida. Aunque estemos en una ciudad chica, ya incorporamos la vida apurada, no hay mucho tiempo para leer. Esto hace que en muchos casos leamos “picoteando”, un poco de aquí, un poco de allá. Y los libros que requieren mayor concentración los dejamos para las vacaciones. Por lo general son los clásicos. Si antes se empezaba a leer por los clásicos, hoy es común leerlos cuando se es más grande. No puedo decir que eso esté mal, son nuevos modos, y no son los únicos. El tiempo dirá.
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