Viggiano, una actriz de 56 años, con alma de 20
Con 30 años de carrera, Patricia Viggiano (56) trabaja en la ficción más vista de la televisión argentina y volvió al teatro de la mano de José María Muscari (40). La actriz interpreta a Coki, la madre de Miranda (Justina Bustos, 28) en “Las Estrellas”, y también comparte escenario con María Leal (70), Emilia Mazer (51), Mimí Ardú (61) y Mariana Prommel (49) en “Falladas”.
La actriz está en pareja con Diego Chornogubsky, un licenciado en administración de empresas y músico, hace 36 años, con quien tiene a Olivia y Lucila.
Patricia -que debutó como actriz en 1987- y su marido apoyaron a sus hijas cuando les dijeron que querían seguir la misma carrera que su madre: “Mi casa es como una usina de producción. Él se encarga de la parte musical y yo de la actuación”, dijo.
Olivia es actriz y cantante, integra el elenco de “Cuéntame cómo pasó”, ficción que estrenó la TV Pública y Lucila es actriz y cocinera trabaja en “Cocinando para vos”, el programa de Maru Botana (48) de América: “Ellas sabían cómo era el medio, porque lo vivieron conmigo, que trabajo hace 30 años. Sí me encargué de que tuvieran en claro cómo es, que tiene cosas lindas y otras no tanto, como todo trabajo”, contó la actriz.
Viggiano forma parte del elenco de “Las Estrellas”, ficción en la que interpreta a Coki, la amante del padre fallecido de las hermanas y dueñas del hotel que heredaron. “A Coki la amo porque es muy madraza, pero a la vez está indefensa en la vida. Siento que el padre la dejó de chica, o algún rollo de ese estilo”, imaginó la actriz sobre el personaje que encarna.
“A medida que me llega el guión, busco adentro mío mis carencias, o le sumo otro tipo de carencias, para hacer el personaje”, agrega sobre cómo logra ponerse en la piel de la madre vulnerable e inmadura, pero que, a la vez, ama a su hija.
“Vivo el día a día, el presente, pero también me gusta tener proyectos. Estoy en una edad en la que me siento bárbara. Es la ideal porque tengo la experiencia adquirida y toda la capacidad para usarla a favor mío. Vivo cada vez mejor y laburo de lo que me gusta”, agradeció sobre su presente personal y profesional.
A sus 56 años, Patricia aseguró que su alma está “evolucionada” y eso la hace feliz: “Tengo la madurez de los 56, pero el alma que tenía a los 20. Estoy pasando por un momento bárbaro”.