PSICOLOGÍA - SEGUNDA PARTE

Trastorno facticio: cuando la enfermedad física y mental es una simulación

Por el Lic. Mariano Vega Botter Neuropsicólogo

Tratamiento

Lo que se persigue al tratar el Trastorno Facticio, es alterar la conducta del paciente y descartar o disminuir la inadecuada utilización de los recursos médicos y posicionamientos neuropsicológicos que sigan potenciando el trastorno al paciente. Una vez logrado esto, lo siguiente es hallar la causa neuropsicológica de este comportamiento.La psicoterapia hecha por un especialista neuropsicólogo, es el proceso por excelencia utilizando la terapia Cognitivo Conductual que es la más adecuada, ya que funciona sobre la conducta y el pensamiento del individuo. Asimismo, se recomienda la Terapia Familiar y la administración de antidepresivos y ansiolíticos, en casos más complicados y complejos. Algunos especialistas optan por programar entrevistas en sesiones frecuentes, tanto con médicos generales como con neuropsicólogos, para intentar disminuir esa falta de atención que los lleva a inventar síntomas inexistentes. Con una buena estrategia, tanto el Síndrome de Münchausen como el Trastorno Facticio, pueden controlarse y curarse desde una perspectiva de una intervención integral médica conjuntamente con un especialista neuropsicólogo.Lo importante es lograr que el paciente acepte su problema y acceda a aplicar las terapias sugeridas. Hacerlo es vital para prevenir otros trastornos neuropsicológicos y evitar el rechazo de las personas a nivel social, ya que su comportamiento no es bien visto, especialmente cuando se empieza a sospechar de la veracidad de los síntomas expuestos.

Otras características asociadas

Los individuos con Trastorno Facticio impuesto a uno mismo o a otra persona presentan alto riesgo de experimentar un gran sufrimiento neuropsicológico o deterioro funcional por los daños causados a sí mismos y a los demás. Las personas cercanas al paciente como los familiares, los amigos y los profesionales de la salud se ven también a veces afectados por su comportamiento. Existen similitudes claras entre los Trastornos Facticios y otros trastornos en cuanto a la persistencia de la conducta y a los esfuerzos intencionados para ocultar el Trastorno de Conducta a través del autoengaño. Hablamos de los Trastornos por Uso de Sustancias, los Trastornos de la Conducta Alimentaria, los Trastornos del Control de Impulsos, la Pedofilia, los- Trastornos de Personalidad. La relación de estos trastornos con los Trastornos de Personalidad es especialmente compleja debido a aspecto como: estilo de vida caótico; relaciones interpersonales alteradas; crisis de identidad; abuso de sustancias; las automutilaciones y las tácticas manipuladoras. A veces presentan también rasgos histriónicos debido a su necesidad de atención y dramatismo. Aunque algunos Trastornos Facticios podrían representar un comportamiento criminal, el comportamiento criminal y la enfermedad mental no son mutuamente excluyentes. El diagnóstico de Trastorno Facticio hace hincapié en la identificación objetiva de la simulación de signos y síntomas de enfermedad, en lugar de inferir sobre la intención o la posible motivación subyacente.

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