Testigos remisos y alegatos por la muerte de Sobrecasas
La gran carencia en la instrucción fiscal es la ausencia de autopsia, en la tragedia de Sixto Sobrecasas. Tampoco hay reconstrucción.
Cuatro testigos frienses serán conducidos hoy mediante el "acompañamiento" policial, a fin de garantizar que declaren en el juicio por la brutal paliza a Sixto Sobrecasas, atribuida a Raúl Altamirano.
El incidente estalló a mediados de mayo del 2015 en Bº Villa Paulina y Sobrecasas falleció 22 días después, en Terapia Intensiva del Hospital Regional.
Ayer, un forense señaló que la muerte fue resultante de un golpe en la cabeza, quizá con un hierro u objeto similar.
También declaró Raúl Alberto Sobrecasas, hijo de la víctima.
Recuerdo de hijo
El testigo manifestó que su padre nunca perdió la lucidez y orientación. Ahondó que su padre le enseñó a evitar problemas, a modo de cierto justificativo por qué no se profundizó la búsqueda del agresor.
También declararon varios testigos. Recordaron que la noche fatídica, vieron a Altamirano peleándose con otros jóvenes, armado con una especie de "chicote", rebenque hecho con cuero y algo de hierro.
Incidentes
Allí radica el aspecto vulnerable en la defensa de Altamirano: varias personas lo contemplaron en incidentes, cerca del escenario en que Sobrecasas fue encontrado golpeado.
En busca de un poco de oxígeno, hoy la defensa de Altamirano interrogará a testigos suyos.
Éstos habían sido desestimados por la Fiscalía, pero la defensa intuye que le serán valiosos en su estrategia por hacer despegar a Altamirano de la tragedia.
Después, las partes harán sus ponencias.
La Fiscalía iría por la condena. La defensa, "por el beneficio de la duda", arriesgaron los expertos.