HISTORIA DE UN ÍCONO

Las Termas celebra los cincuenta años de su emblemático Dique Frontal Río Hondo

Por Ing. Carlos Enrique Cheeín Especial para EL LIBERAL

Desde su misma llegada a esta tierra, los conquistadores españoles respetaron al río Dulce, por la gran variación de su caudal entre los meses de verano e invierno, inclusive tuvieron que refundar nuestra ciudad, porque las caudalosas aguas se llevaron los asentamientos anteriormente creados.

Según la historiadora Sara Díaz de Raed, al poco tiempo después de la última fundación de Santiago del Estero, se construyó en 1557 la primera obra hidráulica en territorio santiagueño. Se la llamó “Acequia Real” para “riego de sementeras tardías” con una longitud de “más de una legua”.

Era nada más que la vieja acequia Belgrano. Este ejemplo de derivación de agua desde el río Dulce para agricultura y ganadería fue imitada, años después, por tradicionales familias que tenían sus propiedades alejadas del cauce. Nació así el Canal de la Cuarteada, que, pasando por Clodomira, casi llegaba al río Salado. “La acequia de Los Pintos”, hasta Lomitas, muy cerca de Fernández o la “acequia de los Mikkelsen” que llegaban con el agua pasando la actual Colonia Pinto, a su propiedad llamada Nueva Industria.

Según investigaciones del ingeniero Alejandro Gancedo, entre 1870 y 1895 se construyeron un centenar de acequias. Cuando estas acequias o canales comenzaron a tener importancia, el Estado provincial se hizo cargo del servicio de riego, ya que la legislación le otorga este poder, por ser un recurso natural. Además, era una poderosa arma política, donde se favorecía a seguidores y se castigaba a enemigos. Con el avance de la tecnología y la posibilidad de su utilización por parte de la ingeniería, quizá quien primero llegó a estudiar a fondo el río Dulce fue el ingeniero Carlos Cassafousth, graduado en París, contemporáneo de Eiffel y diseñador del primitivo dique San Roque en Córdoba. Realizó el estudio del Canal de la Cuarteada y su toma sobre el Dulce.

Esto fue en 1897. Alberto Tasso, en un interesante estudio histórico, dice: “A causa de su emplazamiento en una región de semi-aridez, la agricultura santiagueña se desarrolló junto con la conciencia de la escasez del recurso agua, y su historia está estrechamente asociada a la búsqueda de soluciones para su captación y distribución oportuna… Una agricultura de regadío difiere en varios puntos con aquellas que funcionan naturalmente, con el sólo auxilio de la lluvia. Además de necesitar soluciones técnicas apropiadas que permitan administrar eficazmente el agua -que puede representarse hiperbólicamente en la idea de administrar el clima- hay que llegar a distribuirlo con algún grado de legitimidad a todos los que son parte del sistema”.

Estas acequias o canales, con toma propia sobre el río Dulce, se repiten también en la zona de Loreto con el Canal a Tuama, el cual en 1908, ante una gran crecida, desvía parte del caudal del Dulce y provoca la destrucción de Loreto. Ya en esta época había 26.000 hectáreas de sembradíos, gracias a canales propios y otros del Estado provincial que hacían llegar el agua a pequeños y medianos agricultores.

Sequías que se produjeron en la década del 20 del siglo pasado, más la discrecional forma de distribución del agua y poco mantenimiento de los canales, crearon malestar en los regantes de los departamentos Banda y Robles, quienes organizaron una marcha hacia la Casa de Gobierno, partiendo de la Estación del Ferrocarril Mitre de La Banda hasta la estación ferroviaria de nuestra ciudad en un tren especial, actual Fórum.

El gobernador era Domingo Medina, maestro y escribano titular de un registro. Militante radical, su gobierno se caracterizó por una profunda crisis financiera. Los 2.000 agricultores, que ya estaban agrupados en una filial de la Federación Agraria Argentina, marcharon desde la estación ferroviaria, el 15 de marzo de 1926, hasta la sede de la Gobernación, frente a plaza Libertad. Pleno verano santiagueño y gracias a pocas lluvias caídas en la cuenca, los canales comenzaron a traer algo de agua.

En una improvisada tribuna en plaza Libertad y antes de hacer entrega de un petitorio al gobernador Medina, varios agricultores hicieron uso de la palabra con duras críticas al Ejecutivo y en especial al ingeniero Colombo, ministro de Obras Públicas.

Entiendo que esta valiente actitud de los agricultores, que llevan su protesta al mismo centro de la ciudad de Santiago del Estero, constituye el punto de comienzo para que se estudien alternativas técnicas que dan como fruto, primero el dique de Los Quiroga y luego el de Río Hondo.

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