LAS TERMAS

Asesinato de Carlos Delfín Páez, entre el "homicidio simple" y un "exceso en legítima defensa"

Esta semana, el tribunal fijará fecha a una inspección ocular en Las Termas por la muerte de Carlos Delfín Páez, en la recta decisiva de un juicio cuyo desenlace oscilaría entre un ‘homicidio simple’, o bien ‘exceso en legítima defensa’.

La tragedia estalló el 7 de noviembre del 2015 en Las Termas de Río Hondo. Allí, el patrón Víctor Hugo Ávila bebió hasta el hartazgo con el empleado Carlos Delfín Páez.

Ya embriagados, discutieron y Ávila se habría extralimitado refiriéndose a la esposa de Ávila, quien después de un momento de tensión, ascendió a su camioneta, rumbo a su vivienda.

Detrás partió Páez. En la casa, el entredicho tuvo un segundo capítulo. Ávila se armó de una escopeta y mató a Páez.

Hoy, tres jueces ventilan la historia, en cuyo transcurso la defensa pidió "falso testimonio" y detenciones para testigos.

Para los expertos, hizo mucho ruido en el debate que la víctima siguiera a Ávila hasta su casa, dejando entrever una posible agresión por parte suya.

Sea cual fuere el criterio del tribunal, lo defensa explotaría y juzgaría que su cliente incurrió en "exceso en legítima defensa", con una pena relativamente menor. Se vienen varias medidas, alegatos y sentencia.

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