PROFUNDO DOLOR

Madre e hijo degollados y quemados tenían puestos guantes de látex en las manos

Según se supo, la mujer presentaba, además de las quemaduras, dos cortes en el rostro. Junto a los cuerpos hallaron un frasco con alcohol y una trincheta.

Mientras la familia despide los restos de Marta Aidé Fecha (63) y Lucas Rodríguez (20) -hallados degollados y quemados dentro de una finca abandonada sobre la Ruta 34-, el Ministerio Público Fiscal realiza averiguaciones para esclarecer cómo ocurrió el trágico episodio que conmociona a La Banda.

La Dra. Flavia Torres, fiscal a cargo de la investigación, trabajó contrarreloj con diferentes divisiones de la policía para establecer fehacientemente los hechos en los que la ordenanza municipal y su hijo adoptivo terminaron sin vida.

Si bien hasta el momento todo es materia de investigación y la Fiscalía trabaja con absoluto hermetismo, se lograron conocer detalles llamativos de lo que podría ser un homicidio seguido de suicidio.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Según contaron las fuentes, tras la alerta emitida por el adolescente -de 15 años, residente en el Bº Independencia- la policía ingresó a la finca (que sería propiedad de una familia de apellido Cura) la cual estaba completamente cerrada.

Las fuentes revelaron que las víctimas -al parecer- ingresaron por el hueco de una pared de canto que habían levantado donde debían ir las ventanas. Los cuerpos se encontraban a poca distancia uno del otro.

Cuando personal policial ingresó a la vivienda advirtió que la víctima mujer estaba completamente quemada, boca arriba con sus prendas consumidas por el fuego. Entre el cuerpo de Fecha y Rodríguez había un frasco de alcohol, y una trincheta. Lo que llamó la atención de los investigadores es que las víctimas tenían colocados en ambas manos guantes de látex.

Además, tal como lo adelantó EL LIBERAL dentro de la habitación había vainas servidas, pese a que los cuerpos no tenían heridas de arma de fuego.

Sobre ese punto los investigadores sospechan que se trata de vainas que fueron utilizadas por cazadores que se juntaban en la zona. Algunos vecinos les revelaron a las pesquisas que la construcción que existe en la finca -ubicada un kilómetro hacia el sur de la ruta provincial 11- es utilizada también para realizar ritos umbanda, y en otras tantas ocasiones como "refugio" para enamorados.

En diálogo con EL LIBERAL, la Dra. Torres sostuvo que se continúan con las averiguaciones y que espera el informe de la autopsia, la cual aportará datos reveladores para la investigación. La fiscalía busca establecer cuáles fueron las reales causas de la muerte, ya que -según se supo- la víctima tenía dos profundos cortes en la cara.

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