La tecnología ha ayudado a mejorar la sobrevida de los bebés

El Servicio de Neonatología del Hospital Regional se parece a veces a un campo minado, con casos de alto riesgo que son una “bomba de tiempo” y que les demanda estar las 24 horas al pendiente, según cuenta Andrea Peralta, la encargada de turno de Enfermería. Pero también, es un espacio que se asemeja a un cielo en el que ocurren mejorías que podrían considerarse “milagros”, aunque el Dr. José Chara, jefe del Servicio aclara: “La neonatología ha avanzado muchísimo en cuanto a tecnología y ha mejorado mucho la sobrevida de los bebés. Antes había una alta mortalidad, hoy ha disminuido y se está trabajando en el neurodesarrollo, para tratar de evitar las secuelas neurológicas. Cuando son pacientes críticos cuidamos mucho el cerebro porque es un órgano muy delicado, muy sensible”. Y agrega: “La neonatología es el primer eslabón (en materia de salud) cuando nacen los bebés con problemas. Un bebé que tiene un problema de cualquier índole, como la gastrosquisis, una hernia diafragmática, una cardiopatía congénita, o la misma prematurez que es bastante habitual, es derivado mundialmente al Servicio de Neonatología. Nosotros hemos atendido muchos cuadros que son difíciles desde varios aspectos y los bebés salen adelante y van con sus familias de alta, tras muchas complicaciones”. Sobre ese otro miedo que enfrentan las madres tras recibir el alta de sus bebés, Chara explica: “En estos casos, algunas mamás sufren hospitalismo porque sus hijos son pacientitos que han requerido mucho tiempo de internación, ellas prácticamente han vivido en el hospital, entonces la idea de dejar el centro asistencial les genera un cuadro de ansiedad y de depresión. Para hacerle frente a esta situación, en nuestro Servicio de Neonatología contamos también con el acompañamiento de psicólogos que las van preparando”. Las mismas enfermeras viven de cerca cada historia clínica que tienen en sus manos. “Hay mucho trabajo de los médicos y los enfermeros en torno de cada niño que llega. Aquí tienes que tener mucho amor, y a la vez, ser fuerte porque hay veces que te toca un niño que se descompensa, que se muere… Es volver a tu casa y estar pendiente, llamar por teléfono para saber si quedó bien la vía, si le hicieron la placa…. A las mamás siempre les decimos que no hay nada mejor que el contacto materno para sus hijos”, dice Andrea, quien en muchas ocasiones tuvo en sus oraciones delante de Santa Rita o San Expedito a cada niño internado en el Servicio de Neonatología
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