Impedimento de contacto para militar y vecina por amenaza y escrache en el oeste
El hombre es integrante de la Fuerza Aérea. Retornó de otra provincia y su mujer lo expulsó de la casa. Vecina aliada a "todo corazón" del proceso.
La Justicia habría fijado restricciones e impedimentos de contacto, mutuo, a un militar y a la mejor amiga de su esposa, en el Bº Villa del Carmen.
La historia se nutriría de denuncias por violencia, chismes, velados intereses materiales, amenazas cruzadas de muerte y escraches por las redes sociales.
Tamaño arsenal hoy tornan contaminada y compleja a la investigación, cuya introducción data de diciembre de 2016.
Según el proceso que guía la fiscal Celia Mussi, el militar regresó de su destino. Estalló un escándalo con su esposa y ésta lo puso de "patitas en la calle".
Prólogo del bochorno
El medio ensayado habría sido una denuncia por violencia de género, proceso que habría contado con una aliada especial: la vecina de la mujer.
En un abrir y cerrar de ojos, el militar cargó duro contra la vecina, dejando entrever que el trasfondo no confesado serían oscuroso intereses materiales.
Lejos de bajar el perfil, la vecina contragolpeó y la caja de resonancia fueron las redes sociales.
Si ningún tipo de eufemismos o lenguajes edulcorados, con nombre y apellido, la vecina lo habría tildado de golpeador y otros detalles.
Víctima, a un tercer plano
De modo insólito, la esposa "golpeada" desapareció de escena y en ese improvisado "ring side" hoy se dan duro y parejo el esposo y la "confidente" de la mujer. Ambos acudieron a la Fiscalía y formalizaron sendas denuncias.
Ella, lo acusó de amenazarla con un cuchillo y él, de difamarlo por cuanto sitios de Facebook halló a su paso, compartido por famliares, amigos, conocidos y "simpatizantes" aliados.
En el fragor de la disputa, los dos enemigos acérrimos habrían amenazado con pasar a mayores en una imprevisible guerra fría.
Resolución
Después de escuchar a los dos personajes, la Justicia les impuso un forzado parate, ya que la situación se tornó inmanejable.
Por ello, dispuso restricciones: impedimentos de contacto y prohibiciones de acercamiento, recíprocos.
Aquel que vulnere el "freno judicial", se expone a que la Fiscalía lo acuse de desobediencia y adiós a la libertad.