EXCLUSIVO

"La figura de Francisco fue utilizada por el kirchnerismo para llevar agua a su molino"

En un mano a mano con EL LIBERAL contó cómo lo conoció. Fue el Sumo Pontífi ce quien, siendo arzobispo de Buenos Aires, bautizó a dos de los hijos de Elizabetta. Un profundo análisis sobre el líder espiritual al que ella considera un revolucionario.

Elizabetta Piqué es, como su amigo Jorge Mario Bergoglio hoy el papa Francisco, directa al responder. No anda con rodeos. En una entrevista exclusiva de EL LIBERAL, en Chile, donde acompaña al Santo Padre en la gira que realiza por este país trasandino. ¿Cómo defines a Francisco, un hombre que ha logrado comulgar con todas las religiones? -Es un Papa revolucionario, en el sentido de revolución copernicana del amor. Él vuelve a la esencia del Evangelio. El rompe con esa visión de papado como monarquía absoluta. Es cercano a la gente. Él se ha vuelto, en estos cinco años de Pontificado, en la voz de los sin voz. Su discurso molesta y no solo a la misma Iglesia porque llama a los sacerdotes a ser pastores a ser con olor a oveja y llama a los obispos a estar al lado de la gente. Hay un discurso de apertura. También molesta a la elite política, a ese liderazgo político, hoy inexistente. Le hace frente a los males de estos tiempos. Es el Papa que necesitaba estos tiempos. Es un Papa libre, que nunca estudió en Roma y que, de repente, shockea al mismo Vaticano. Francisco es un líder auténtico que aboga por las injusticias sociales. Enfrenta a los grandes males de estos tiempos. Es el Papa que necesitaba estos tiempos. Esa cercanía con la gente molesta a todos. Francisco es un Papa que hace lo que dice. A propósito de molestar a la elite política, hoy en día se discute por qué Francisco no va a la Argentina. -Ésa es la gran pregunta. Es una especie de herida abierta. El Papa, como dijo en un videomensaje en 2016, ama a la Argentina, tiene su pasaporte argentino. Es un jesuita que cuando él vaya a sentir que es el momento oportuno, estoy segura de que va a ir. Por otro lado, hay hechos, que todos sabemos, su figura, desde el primer día fue usada por un lado, por el otro. Un Papa que siendo arzobispo fue la figura de la oposición del kirchnerismo, fue utilizado luego por el kirchnerismo para llevar agua a su molino y convirtió al Papa en el Papa K. El Papa está mucho más arriba de todos. Ha habido unas manipulaciones de su figura que fueron lamentables y que a mí me da mucha lástima porque se ha convertido en una figura a nivel mundial. Es una figura que trasciende todas las fronteras. Es un Papa que le habla al hombre común. Es un Papa que tiene una buenísima relación con el mundo musulmán. El Papa está en otra dimensión, pero para nada está ahí tejiendo los hilos. Es una lectura totalmente equivocada y espero que los argentinos se sientan orgullosos de esta figura enorme que la Iglesia le ha dado. Francisco ha revitalizado a la Iglesia. Francisco es un líder que todos los jefes de Estado del mundo quieren ver. Ahí también hay una explicación acerca de por qué no va a la Argentina. Aquí está la clave para entender mejor a Francisco. Él va a venir a la Argentina porque ama a su país. ¿Seduce por todo lo que me dijiste o hay otras cosas de Francisco que atraen al mundo? -Atrae el hecho de que toca los problemas, no tiene miedo de los demás. No hay temas tabúes y lo demostró hoy (ayer) mismo en su primer discurso cuando toca el gran tema que ha opacado la visita a Chile: el escándalo de los abusos sexuales. Francisco es un Papa valiente. Cualquier persona se da cuenta que él quiere cambiar el Vaticano, ese Vaticano alejado de la gente. Es un Papa que está encantando a los ateos. Es un Papa que se ha convertido en ese líder global que está faltando en este momento. Por eso, reitero, lamento mucho que algunos sectores de la Argentina no hayan entendido esta relevancia que tiene a nivel mundial el papa Francisco. Es un gran referente mundial. Un jesuita, muy espiritual, pero sobre todo, libre. Por eso desde el principio ha descolocado. Muchos me preguntan por qué puse la palabra revolución en el título de la biografía que escribí de él y es porque él siempre habla de la revolución de seguir a Jesús, de poner en práctica el evangelio. ¿Cuál crees que es su búsqueda íntima? -El siempre ha dicho: "Espero que me recuerden como un buen tipo". Es un Papa jesuita que si está ahí es porque Dios quiso que esté ahí. Él está contento. Tiene 81 años y está mejor que todos nosotros. Una periodista, durante el vuelo de Roma hasta Chile, le preguntó si quién es su médico. Y él, con ese sentido del humor que tiene, le dijo: "No voy al médico, voy a una bruja". La clave está en que él siguió siendo ese padre Jorge que yo conocí. Sigue siendo auténtico. No es que se convirtió en Papa y no ve más a sus amigos. Sigue siendo el mismo y eso es también la clave de este éxito. Él no sigue un libreto. Todo lo que hace le sale del corazón, otra de las claves de su tremenda llegada a la gente. Y un ferviente creyente en la oración. -Él es un hombre que cree en la oración. Desde arzobispo se despedía diciendo "por favor, recen por mí". Él cree también que más allá del trabajo político, él cree en el poder de la oración. Él dice "recen por mí y recemos por la paz", como lo acaba de hacer en la primera misa que brindó en el Parque O´Higgins, en Santiago de Chile. ¿Qué te llevó a escribir "Francisco, vida y revolución", un libro que se convirtió en un referencia ineludible para conocer al Papa? -Lo conocí a Jorge Bergoglio siendo arzobispo de Buenos Aires. Fue cuando Él viajó a Roma para ser ordenado cardenal por Juan Pablo II. Desde el diario me llamaron para hacerle una entrevista a un hombre que no solía dar entrevista, pero que en este caso hacía una excepción. Es un hombre sencillo, directo para hablar. A los dos días de publicada la entrevista, me llamó por teléfono para decirme gracias. Es un hombre que me sorprendía y que me sigue sorprendiendo por la capacidad de comunicar que tiene. Él fue quien bautizó a mis dos hijos. Después de ser consagrado Papa, me llaman para consultarme si yo quería hacer una biografía. No podía no aceptar este desafío. Tuve un equipo de investigación que me ayudó. Estoy orgullosa de saber que mi libro es considerado como una biografía que la que más da una idea de quién Jorge Mario Bergoglio.

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