ABERRANTE

Lo condenan por abusar sexualmente de su hijastro de apenas cuatro años

Habituaba llevar al niño a su cama. Lo manoseaba y humillaba. El pequeño se lo confió al papá y estalló el escándalo. Pérdida de la inocencia y orfandad.

Con apenas cuatro años, un menor se convirtió en víctima de una odisea sexual que acabó con su padrastro, verdugo, condenado.

La investigación comenzó en septiembre del 2017 en un barrio de Añatuya, General Taboada.

Fue cuando un vecino de Colonia Dora, Avellaneda, alertó a la fiscal Andrea Darwich de que la nueva pareja de su ex se propasaba con el niño.

Urgente, la fiscal puso manos a la obra y jaqueó los días de paz de Walter Alejandro Torres.

Cuando nadie lo veía

Desde la fina retina de los expertos en psicología, la Justicia determinó la vida paralela que llevaba el padrastro, vulnerando la inocencia del nenito.

Morbosamente y para humillarlo, acostumbraba ingresar a la cama del pequeño. Lo desnudaba, manoseaba, insultaba y corrompía sexualmente.

Nada más grave en el hoy, aunque se sabe que los efectos de estas situaciones suelen ser multiplicadores en el tiempo.

Fijación sexual

La investigación de Darwich desnudó y expuso una serie de graves grises en el trato cotidiano, focalizado en la sexualidad del menor.

Cuatro meses después, la defensa de Torres no tuvo otra variante que inclinarse por el mal menor.

Temerosa de que el proceso llegue a juicio oral, y con una sentencia imprevisible, zigzagueó a ese final tan temido y acordó un juicio abreviado con Darwich.

Homologación

La audiencia se realizó ante la jueza de Control y Garantías de Añatuya, Gladys Liliana Lami.

En ella, la magistrada homologó una condena de tres años de prisión en suspenso por el delito de "abuso sexual simple".

Los articulados que edificaron la sentencia incluyen, y destacan, duras restricciones y cero contacto del padrastro con el niño.

En la práctica, implica que el pequeño fuera a vivir con su padre biológico.

Desde ya, le fue retirada la tenencia a la madre de la víctima, quien continuará junto a Torres, pero bien lejos del nenito.

Éste tendrá frecuente seguimiento y asistencia de los profesionales en psicología.

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