Un sapo 'sin rostro' sorprende a Internet

El anfibio, que fue grabado en un bosque de Estados Unidos, podía desplazarse sin problemas. Mirá el video.

Científicos estadounidenses encontraron un sapo vivo, sin rostro, que saltaba activamente en un bosque del estado de Connecticut, informó National Geographic.
Aunque el medio acaba de hacerse eco de la curiosa criatura, éste fue encontrada en 2016 por Jill Fleming, herpetologa y estudiante de la Universidad de Massachussetts, que grabó un video del anfibio y lo publicó en Twitter.
National Geographic aporta algunas explicaciones para entender cómo el sapo pudo sobrevivir sin esta parte de su cuerpo. La misma Fleming cree que pudo haber sido atacado por uno de sus depredadores naturales durante el período de hibernación y que, debido al estado inactivo del animal, su rostro fue capaz de curarse después. El hecho de que se moviera lo explica sugiriendo que habría conservado parte de su cerebro.
Otros herpetólogos presuponen que la ausencia del rostro pudo haberse a pequeños parásitos que se infiltraron la cara del sapo.
Fleming y sus colegas dejaron el anfibio en el bosque pero creen que no sobrevivió mucho tiempo después del encuentro. "No habrá podido comer en esta condición, convirtiéndose en un blanco fácil de predadores", subraya fleming.  

Científicos estadounidenses encontraron un sapo vivo, sin rostro, que saltaba activamente en un bosque del estado de Connecticut, informó National Geographic.

Aunque el medio acaba de hacerse eco de la curiosa criatura, éste fue encontrada en 2016 por Jill Fleming, herpetologa y estudiante de la Universidad de Massachussetts, que grabó un video del anfibio y lo publicó en Twitter.

National Geographic aporta algunas explicaciones para entender cómo el sapo pudo sobrevivir sin esta parte de su cuerpo. La misma Fleming cree que pudo haber sido atacado por uno de sus depredadores naturales durante el período de hibernación y que, debido al estado inactivo del animal, su rostro fue capaz de curarse después. El hecho de que se moviera lo explica sugiriendo que habría conservado parte de su cerebro.

Otros herpetólogos presuponen que la ausencia del rostro pudo haberse a pequeños parásitos que se infiltraron la cara del sapo.

Fleming y sus colegas dejaron el anfibio en el bosque pero creen que no sobrevivió mucho tiempo después del encuentro. "No habrá podido comer en esta condición, convirtiéndose en un blanco fácil de predadores", subraya Fleming.  



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