Rescataron a una cabra que era obligada a consumir drogas

El bóvido estadounidense, obligado a consumir whisky y cocaína, ha iniciado una nueva etapa como animal de terapia.

Un macho cabrío estadounidense de procedencia y edad desconocida, inició una nueva vida apartado de las drogas y el alcohol. Su propietario, el entrenador de caballos, del estado de Georgia, Sergio Palomares Guzmán, de 28 años, fue detenido por darle whiskey y cocaína al animal. Además, publicaba videos de su hazaña en las redes sociales.
La activista de los derechos de los animales, presidenta y fundadora de la organización SNAP2IT pet rescue de Atlanta, Jones Kula, supo de la historia y pidió quedarse con el animal, informó el portal de noticias WPXI. 
Según ella, cuando lo vio por primera vez, el animal estaba tan delgado que se podían contar las costillas. Los primeros días el macho cabrío estaba muy asustado y los voluntarios de la organización tardaron bastante tiempo en lograr que comiera. 
Con el tiempo, el animal comenzó a comer frutas y verduras. Le gusta tener contacto con los humanos y hasta se pone celoso cuando los visitantes del refugio prestan atención a otros animales.
Jones quiere entrenar al bovino para que participe en zooterapias. Los animales a menudo utilizados para tratar a pacientes con dolencias como epilepsia o parálisis cerebral, así como en centro de ciudad paliativos. 

Un macho cabrío estadounidense de procedencia y edad desconocida, inició una nueva vida apartado de las drogas y el alcohol. Su propietario, el entrenador de caballos, del estado de Georgia, Sergio Palomares Guzmán, de 28 años, fue detenido por darle whiskey y cocaína al animal. Además, publicaba videos de su hazaña en las redes sociales.

La activista de los derechos de los animales, presidenta y fundadora de la organización SNAP2IT pet rescue de Atlanta, Jones Kula, supo de la historia y pidió quedarse con el animal, informó el portal de noticias WPXI

Según ella, cuando lo vio por primera vez, el animal estaba tan delgado que se podían contar las costillas. Los primeros días el macho cabrío estaba muy asustado y los voluntarios de la organización tardaron bastante tiempo en lograr que comiera. 

Con el tiempo, el animal comenzó a comer frutas y verduras. Le gusta tener contacto con los humanos y hasta se pone celoso cuando los visitantes del refugio prestan atención a otros animales.

Jones quiere entrenar al bovino para que participe en zooterapias. Los animales a menudo utilizados para tratar a pacientes con dolencias como epilepsia o parálisis cerebral, así como en centro de ciudad paliativos.  

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