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Cuando el fútbol pasa a ser una pasión por la amistad

Santiago Torri y Augusto Donis se conocen desde que eran niños y el domingo 6 de mayo después del clásico entre Central Córdoba y Mitre salieron abrazados y riéndose como cuando eran pequeños futbolistas. Una historia para recordar y conocer que por detrás de una imagen, también hay mensajes para valorar y destacar.

odo empezó a trav é s de l fútbo l . Compartieron y disfrutaron muchos momentos cuando formaron parte en su niñez de la escuela de fútbol del ex jugador Jorge Donis y hoy lo siguen haciendo. Hace unos días, una foto de ambos se mostró en las redes sociales y era una imagen que denotaba afecto, compañerismo y mucha amistad. Había terminado el clásico entre Central Córdoba y Mitre en la cancha del Ferroviario por la primera fecha del torneo de la Liga Santiagueña de Fútbol y ellos no dudaron en saludarse y salir de la cancha como pocos lo hacen cada vez que hay un duelo entre los eternos rivales: abrazados y con una sonrisa de oreja a oreja. “Yo no sabía que nos habían hecho esa foto. El día después del partido, un amigo de La Banda me manda la imagen por el grupo de whatsapp que la vio publicada en una cuenta de las redes sociales de un periodista de Canal 7 y que se mostraban las postales del clásico. Allí estábamos nosotros dos y con una leyenda que decía rivales, no enemigos”, comentó Augusto Donis, el enganche de Central Córdoba cuando explicó cómo se había dado una situación que es poco común tratándose de un enfrentamiento entre los adversarios de siempre. El caso más emblemático de los últimos años en el fútbol argentino es el de Pablo Aimar y Juan Román Riquelme, los ídolos de River Plate y Boca Juniors. La amistad entre ellos nació en la época de las selecciones juveniles de la Argentina y cada vez que se enfrentaban con las camisetas de sus respectivos clubes, siempre había un gesto de admiración, respeto y profesionalismo puro. “Pienso que más allá de la rivalidad que puede haber entre los equipos, al fútbol hay que tomarlo siempre como un juego. Yo a Santiago lo conozco desde cuando éramos niños y jugábamos en la escuela de fútbol de su papá. Ahí nació nuestra amistad. Vivimos juntos prácticamente. Es como un hermano para mí. La familia de él también es muy amiga de la mía”, expresó Santiago Torri, volante extremo de Mitre que en su puesto admira al ex Rosario Central , Walter Montoya (hoy en Sevilla de España) y a Lionel Messi. ¿Y cómo vivieron la semana previa al primer clásico de la temporada entre Central Córdoba y Mitre por la Liga Santiagueña?, hubo risas y miradas pícaras cuando surgió la pregunta y cada uno dijo lo suyo. “La previa fue espectacular. Soñábamos que nos íbamos a enfrentar. Augusto juega como volante por derecha y yo por izquierda. Imaginate. Lamentablemente no se pudo dar porque justo me tocó ingresar en el segundo tiempo y salía él de la cancha cuando se hicieron los cambios en ambos equipos”, comentó Santiago. Augusto acotó: “Hasta el sábados estuvimos juntos. Yo me fui a cortar el pelo y él empezó con las gastadas. Me decía que en el clásico me iba a ca… a patadas”. El vínculo de amistad que se creó entre ambos protagonistas es muy fuerte a tal punto que ambas familias suelen compartir muchos momentos juntos. 


“Es muy lindo todo lo que nos pasa porque nos conocemos desde niño y cuando íbamos a la escuela de fútbol del papá de Augusto. También nuestras familias se llevan muy bien. Recuerdo que cuando nos conocimos, en la escuelita no había una categoría para nosotros por la edad. Igual nos ponían porque nos encantaba jugar”, recordó Santiago, que por esas cosas del destino viene de una familia muy arraigada con los colores de Mitre. “Mi abuelo era fanático de Mitre. Es más, era socio vitalicio. A mi papá mucho no le importaba el fútbol, pero tenía simpatía por Mitre por mi abuelo. Yo recuerdo que cuando iba a la escuelita de fútbol, un amigo me invitó a ver los partidos de Mitre. Él era hincha y yo no, pero me sentía así porque estaba yendo a la cancha a verlo al Aurinegro. Cuando me pasé a las inferiores de Central, ahí la cosa cambió y hoy soy hincha del Ferro”, añadió Santiago sobre esta anécdota particular de su corta carrera. Pero no sólo Santiago tiene su historia para contar. También Augusto y justamente con un tema relacionado con su amigo de siempre. “Un día me enteré que estaba saliendo de novio con mi hermana (se ríe a carcajadas). Jamás me había contado el atorrante. Fue después que volvimos con mi familia de vacaciones de Villa Gessel y que incluso él también había ido como invitado por mi familia. En ese año, cumplió 15 una amiga de mi hermana que hoy es mi actual novia. El tema es que a mí no me invitaron y a él, que ni la conocía a la cumpleañera, sí. En el 2015, mi novia me cuenta que a mí no me mandaron la tarjeta porque si no me iba a enterar del noviazgo de mi hermana con Santiago”, recordó entre risas el futbolista de 20 años. 
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