PERSPECTIVAS

Actividad, inflación y consumo, bajo la óptica de cuatro analistas

Para algunos analistas, las medidas adoptadas esta semana sirvieron para “comprar tiempo” pero no solucionan el fondo del problema.

Si bien esta semana, el Banco Central utilizó un arsenal de medidas para frenar la escalada del dólar -entre ellas ofertar U$S5.000 millones- a un precio de $25 y consiguió renovar la totalidad de las Lebacs que vencían el martes, aún surgen interrogantes sobre cómo seguirá la economía aunque la mayoría de los analistas descuentan que en lo inmediato caerá el nivel de actividad, los números de la inflación seguirán en alza, pero también hay quienes señalan que para evitar otra situación similar habrá que realizar un ajuste importante que traerá repercusión en menos obra pública.

Giacomini

“La actual crisis devenida en corrida cambiaria se explica principalmente por la caída de la demanda de dinero. La caída de la demanda de dinero ocurre cuando los agentes económicos se fugan del peso y se refugian en dólares. Luego del salto del dólar, la aceleración de la inflación es la segunda consecuencia de la caída de la demanda de dinero. Es decir, el aumento del dólar se trasladará a precios y la inflación 2018 será mayor que la inflación 2017”, señaló el economista Diego Giacomini, director de Economía y Regiones. Indicó que esto sucederá así porque “el mayor desequilibrio en el mercado de dinero produce más convalidación monetaria y acelera la inflación. Así, con el paso de los meses la suba del dólar se irá trasladando paulatinamente hacia el mercado de bienes y servicios; y en algunos meses estaremos calculando cuánto la inflación se comió de la suba del dólar. Y en algunos meses más estaremos empezando a hablar nuevamente de “atraso” cambiario”. Puntualizó que “el tercer impacto de la caída de la demanda de dinero es el enfriamiento del nivel de actividad, Es decir, además de dólar más caro y más inflación, la caída de la demanda de dinero también termina generando estancamiento económico. Cuando la demanda de dinero cae, el empresario se refugia en el dólar, comprando menos insumos, capital de trabajo y bienes de capital. Si se había planeado una compra de maquinaria y/o tecnología, probablemente se haya suspendido y entrado en un “wait&see”. El ingreso cae y el nivel general de precios sube”. Añadió que “del lado de la demanda, los agentes consumen menos para resguardarse en el dólar, potenciando la contracción del ingreso, pero amortiguando (algo) el aumento de precios. El efecto total neto es caída del ingreso y mayores precios: estanflación”. “En síntesis, -indicó- la Argentina está inmersa en una crisis de caída de demanda de dinero, que genera depreciación, destrucción de valor financiero, más inflación y estancamiento económico en la economía real que se traducirá en caída de empleo, pérdida del poder adquisitivo de los salarios y aumento de la pobreza”. Agregó sobre las medidas adoptadas esta semana en el mercado cambiario que “ninguna de las medidas puestas en práctica contribuye a solucionar los problemas detrás de la caída de la demanda de dinero, por lo cual son un parche que tan sólo compra tiempo”.

Vasconcelos

En tanto, el economista Jorge Vasconcelos de la Fundación Mediterránea, en un artículo sobre “Argentina, la economía después de la pulseada cambiaria”, opinó que “dado que esta crisis parece haber quedado encapsulada en el plano cambiario, es factible que el nivel de actividad comience a recuperarse luego del previsible freno del segundo y tercer trimestre. La liquidez del sistema bancario es muy elevada y eso plantea la posibilidad de una normalización de la oferta crediticia”. En tanto, “las medidas fiscales y de acceso al financiamiento (FMI) pueden permitir una caída adicional del riesgo país, lo cual es clave para la continuidad de la inversión privada. A su vez, la política monetaria puede entrar en una nueva etapa, de sintonía fina, por los menores requerimientos del frente fiscal”. Puntualizó que “luego del golpe inicial que se sentirá con fuerza en el segundo y en el tercer trimestre, por la incertidumbre, el salario real y la restricción crediticia, la economía tiene chances de volver a recuperarse, de la mano de nuevos vectores, más asociados al comercio exterior, la construcción privada, la energía, el turismo y las economías regionales”. Destacó que “con un tipo de cambio más alto, el consumo seguirá siendo la variable menos dinámica, pero la inflación podría comenzar a desacelerarse luego de un pico de dos meses: la emisión monetaria tendrá menores requerimientos de origen fiscal. Respecto del empleo, si bien la obra pública perderá dinamismo, cabe esperar que se abarate el costo en dólares de la construcción privada, un fenómeno compensador que sería reforzado si la inflación desacelera y los créditos indexados vuelven a ser atractivos”. Agregó que “en otro sector de gran significación, como es el del turismo, el movimiento sería análogo, ya que un dólar más alto significa más demanda local del servicio”. Para Vasconcelos, “aunque todavía es prematuro, en principio puede esperarse que la desaceleración del nivel de actividad no habrá de transformarse en recesión”.

Nielsen

El exsecretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, se refirió a la crisis cambiaria que se vivió en las últimas tres semanas y en ese contexto, advirtió que la salida es a través del ajuste en el Presupuesto para poder “relanzar la economía”. Para el economista, el ajuste que debe ordenar el presidente Mauricio Macri “no es una elección sino una imposición por la realidad del mercado”. “Acá tenemos que cohesionarnos para hacer las re formas que hay que hacer. Espero que el Gobierno encuentre el rumbo y lo sepa comunicar bien. Lo que necesitamos es que se haga un trabajo de peine fino con el Presupuesto”, agregó en declaraciones a C5N.

Milei

Por su parte, el economista Javier Milei indicó que “la competitividad no es hacer saltar el tipo de cambio. Eso empobrece a la gente”. “Quedó claro que el gradualismo falló, si no no vas al FMI. Vas porque te quedaste sin financiamiento”, apuntó y, consideró que el financiamiento que le puede otorgar el organismo internacional a la Argentina (a través de un crédito stand by) “sirve para cubrir el déficit primario hasta 2019”. Para Milei, el ajuste que anunció Macri para apuntalar la economía y achicar el déficit fiscal, va a ser recesivo. “El sacudón va a ser fuerte para toda la sociedad”, añadió. “Si el Estado no ajuste y no se corre, va a hacer saltar el tipo de cambio y licuar los salarios en dólares. Eso implica mayor pobreza y mayor indigencia”, concluyó.

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