CONSERVACIÓN

Investigadores argentinos salvan de la extinción a una especie de rana

Se trata de la ranita de Valcheta, una especie endémica que sólo habita en un pequeño arroyo de Río Negro.

Un grupo de investigadores del Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) logró salvar de la extinción a la ranita de Valcheta, una especie endémica que sólo habita en un pequeño arroyo de Río Negro y que hasta hace un año estaba entre las principales especies en peligro de desaparecer del planeta, se informó.

El programa de reintroducción de esa especie es además "el primero de su tipo en el país" y se realizó "siguiendo estrictos protocolos encuadrados en una disciplina científica de reciente creación conocida como Biología de la Reintroducción", indicó Jorge Williams, quien dirigió el proyecto junto a Federico Kacoliris, ambos investigadores del Museo.

"La reintroducción se realizó en un hábitat ya restaurado, donde tiempo atrás una población de esa especie se extinguió debido a las alteraciones en el ambiente", explicó el científico.

Y agregó: "Se trata de un avance científico de enorme impacto, ya que esos pequeños anfibios ocupaban los primeros puestos en la lista de especies en peligro de extinción".

La ranita de Valcheta (Pleurodema somuncurense), amenazada debido a la destrucción de su hábitat y la introducción de animales exóticos, estaba entre las ocho especies catalogadas como "en peligro" en la Lista Roja Nacional, y era además una de las tres únicas especies con categoría de "críticamente amenazada" en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Su población habita exclusivamente en manantiales de filtración de aguas termales entre 500 y 800 metros sobre el nivel del mar, protegida bajo las piedras o sumergidas debajo de masas flotantes de musgos.

A principios de 2017, el equipo de biólogos logró reintroducir 150 ejemplares de la rana en las nacientes del curso de agua del arroyo homónimo, cerca de la localidad de Chipauquil, en la Meseta rionegrina de Somuncura.

Habían sido criadas en cautiverio en laboratorios de la Universidad, y recientemente se pudo comprobar que los animales liberados hace un año "sobrevivieron y se adaptaron al ecosistema natural".

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