EL CEREBRO

El cabecilla usaba a los detenidos como sus instrumentos

La Fiscalía tocó un punto vulnerable de las estafas con cheques y no hay marcha atrás.

Anoche, una alta fuente deslizó que los hermanos Bonahora sólo eran instrumentos de Feith, quien sería uno de los cabecillas aunque por encima suyo habría otros.

Ya detenido, Feith enfrentaría entonces nuevos dolores de cabeza, porque lo requieren también fiscales de las provincias de Córdoba y Tucumán.

Mientras tanto, la Justicia santiagueña extendió las detenciones del grupo, cuya particularidad sobresale.

Para los expertos de la policía, los detenidos carecían de estructura, medios y audacia para falsificar los cheques.

Ello era vital, ya que tras ser "retocado", el comerciante accedía a las máquinas del Banco Central, pero allí el documento lucía de una cuenta legal.

Recién materializada la operación, los daminficados los presentaban para su cobro y los damnificados entonces advertían que adolecían de fondos, o bien eran falsos, como el común denominador de las maniobras.

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