Abofeteó a su pareja por negarse a entregarle la asignación de los hijos para comprar cerveza y vino

"Dame la asignación mujer", bramó Pablo Alejandro Frías y lo sufrió su compañera, Cecilia Mónica Pavón.

El escenario de la crisis de pareja fue una casa en Las Delicias, Pellegrini. Según síntesis de la doctora Andrea Mendoza, del equipo de la fiscal Cecilia Gómez Castañeda, Frías golpeó a su pareja, en medio de una gran ingesta de alcohol. Había iniciado la ronda de copas temprano y como quedó sin recursos, quiso financiar su vicio con dinero de la Asignación Universal de los hijos.

Desatinos

Obvio, Pavón puso el grito en el cielo, pero ello no evitó que recibiera varias bofetadas en la cara, de acuerdo con el procedimiento de la Seccional 32 de Nueva Esperanza.

Cuando los policías recibieron a la víctima, ella desgranó sus penurias y juzgó que Frías sucumbe ante el vino y la cerveza.

Aún en su decepción, fue digna, cuidadosa, y evitó arrojarle más nafta sobre la "hoguera" penal de su concubino.

El hombre ya está preso y recuperó la sobriedad perdida desfilando por tribunales.

En audiencia, la defensa de Frías abogó por su excarcelación, previo comprometerse a someterlo a un tratamiento contra la adicción al alcohol.

Enfrente, la Fiscalía fue muy puntillosa y sugirió a la jueza de Género, Cecilia Laportilla, que ello no devenga en palabras, y/o promesas que las lleve el viento.

Después de merituarlo, la magistrada dio luz verde a la libertad del personaje, pero antes lo excluyó del hogar y fijó diversas restricciones.

No puede acercarse a Pavón, pero sí debe recordar sus obligaciones con sus hijos.

En la práctica, implica no desatender y proveer recursos para su alimentación.

No menos trascendente: urgente, hará un tratamiento para controlar su debilidad con las copas.