Insólito: Un futbolista brasileño simuló su secuestro para no ir a entrenar

Somália reconoció que para evitar una multa de su club simuló ser secuestrado cuanto jugaba en el Botafogo.

El futbolista brasileño "Somália", cuyo nombre es Paulo Rogério Reis Silva, se desempeña en el América FC de Rio Grande Do Norte, club que milita en la Serie D de Brasil. Sin embargo, en las últimas horas fue noticia por haber protagonizado una insólita situación cuando era futbolista del Botafogo.
En 2010 arribó al Fogão, y al año siguiente se produjo uno de los capítulos más increíbles dentro del fútbol brasileño. Según afirma A Bola, el mediocampista, que por ese entonces tenía 26 años, no se presentó al entrenamiento alegando haber sido asaltado y secuestrado. La Policía, en su momento, no divulgó públicamente los resultados de la investigación, pero ahora el propio deportista fue el encargado de hacerlo.
Somália reconoció que fingió todo y que las fuerzas de seguridad descubrieron todo rápidamente gracias a las cámaras de seguridad. El futbolista regresó a las cinco de la madrugada de una fiesta y decidió esconder sus joyas y algunos objetos de valor en su propio garaje.
Botafogo se enteró de lo ocurrido y decidió multar al volante, quien desde ese momento comenzó a ser cedido a préstamo a distintas instituciones. Somália nunca más vistió la camiseta del Fogão, pasando por Ponte Preta, Joinville, ABC y Clube de Regatas Brasil.

El futbolista brasileño "Somália", cuyo nombre es Paulo Rogério Reis Silva, se desempeña en el América FC de Rio Grande Do Norte, club que milita en la Serie D de Brasil. Sin embargo, en las últimas horas fue noticia por haber protagonizado una insólita situación cuando era futbolista del Botafogo.

En 2010 arribó al Fogão, y al año siguiente se produjo uno de los capítulos más increíbles dentro del fútbol brasileño. Según afirma A Bola, el mediocampista, que por ese entonces tenía 26 años, no se presentó al entrenamiento alegando haber sido asaltado y secuestrado. La Policía, en su momento, no divulgó públicamente los resultados de la investigación, pero ahora el propio deportista fue el encargado de hacerlo.

Somália reconoció que fingió todo y que las fuerzas de seguridad descubrieron todo rápidamente gracias a las cámaras de seguridad. El futbolista regresó a las cinco de la madrugada de una fiesta y decidió esconder sus joyas y algunos objetos de valor en su propio garaje.

Botafogo se enteró de lo ocurrido y decidió multar al volante, quien desde ese momento comenzó a ser cedido a préstamo a distintas instituciones. Somália nunca más vistió la camiseta del Fogão, pasando por Ponte Preta, Joinville, ABC y Clube de Regatas Brasil. 


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